El pez globo (Lagocephalus sceleratus) es una especie invasora en el Mediterráneo introducida cuando se conectó a través del Canal de Suez con el Mar Rojo. Actualmente se considera un problema para la biodiversidad y la pesca debido a su carácter depredador de especies autóctonas. Para mitigar su impacto, se han llevado a cabo esfuerzos para controlar esta especie invasora y encontrar formas de utilizarla de manera sostenible.
El proyecto europeo LagoMeal, ha reunido a expertos de distintas instituciones para analizar el potencial de esta especie como recurso para la obtención de harina y aceite de pescado.
Uno de los inconvenientes para el uso de esta especie es que contiene una potente toxina nerviosa, similar a la del fugu japonés. En el proceso del proyecto se ha descubierto que a través de un proceso a 160 grados las toxinas se inactivan, haciéndolo seguro para el consumo humano.
Según el proyecto, la harina de pez globo puede reemplazar hasta el 30% de la harina convencional utilizada en la dieta de la lubina europea. En Grecia, según los datos aportados, existen cinco plantas de producción de alimentos acuáticos, que hacen necesarios importar 50.000 toneladas de harina de pescado al año para la fabricación de los piensos, lo que tiene un coste anual de 70 millones de euros.
En el proyecto también se ha planteado un plan de negocios de una planta de procesado de 1.500 toneladas al año, que producirán 250 toneladas de harina de pescado y 100 toneladas de aceite de pescado. El retorno de la inversión se estima en un 15-25% en diez años, dependiendo de las medidas compensatorias para los pescadores.
Por eso, el Doctor Ioannis Nengas, responsable científico del proyecto considera que la planta de procesamiento del pez globo podría ser “una inversión interesante para los productores de alimentos acuáticos, reduciendo los costos para los acuicultores”. La producción local de harina de pescado podría beneficiar a la industria al controlar las poblaciones de Lagocephalus sceleratus.
Los fondos de la UE han iniciado el proceso de suministro de proteínas alternativas y han demostrado el proceso a escala de laboratorio y piloto. El proyecto también ha facilitado la colaboración entre el Centro Helénico de Investigación Marina (HCMR) y los pescadores costeros, abriendo oportunidades para futuros programas de investigación e innovación.
Estas habilidades, junto con los equipos, permitirán al HCMR participar en nuevos proyectos de investigación e innovación, beneficiándose tanto de la UE como de las oportunidades nacionales e industriales.