En la investigación biotecnológica, el pez cebra (Danio rerio) ha emergido como un modelo animal esencial debido a su genética transparente y su rápido ciclo reproductivo. Tradicionalmente, la nutrición de estos peces en entornos de laboratorio ha dependido de dietas secas granuladas o de alimentos vivos, cada una con sus propias limitaciones en cuanto a coste, consistencia y manejo práctico.
La búsqueda de alternativas más eficientes y menos laboriosas ha llevado al desarrollo y evaluación de dietas basadas en geles. Estas dietas pretenden ofrecer una solución nutritiva que sea tanto práctica como económica para el mantenimiento de grandes colonias de estos animales de laboratorio.
La gelificación se puede conseguir a través de diversas propuestas de agentes gelificantes como el alginato, agar-agar, colágeno de origen animal, o carragenina. En la mayor parte de los casos extractos obtenidos derivados de algas.
Un estudio de Thomas Logan Holfelder de la Universidad de Alabama en Birmingham aborda la efectividad de una dieta de gel en términos de ingesta de alimento, crecimiento y éxito reproductivo en pez cebra, proporcionando datos útiles sobre la viabilidad de estas dietas como sustitutos de los regímenes de alimentación tradicionales.
La Universidad de Alabama en Birmingham se caracteriza por la contribución a la investigación continua y el manejo del pez cebra como modelo importante en investigación biomédica.
Los hallazgos señalan que los peces cebra no solo se adaptan rápidamente a la dieta de gel, sino que también mantienen tasas elevadas de crecimiento y éxito reproductivo comparables a las dietas tradicionales y podrían transformar las prácticas estándar de alimentación en laboratorios de investigación y facilitar el manejo de esta especie en estudios a gran escala.
El gel, denominado Aquagel Z en el estudio, se formuló con un contenido adecuado de proteínas, grasas y otros nutrientes esenciales para el mantenimiento y crecimiento de los peces cebra. Esta composición asegura un balance nutricional similar a la alimentación natural, manteniendo su integridad física en el agua y permitiendo que una ración diaria pueda ser consumida durante 24 horas sin desintegrarse rápidamente, lo cual es muy para mantener la calidad y eficacia del alimento en entornos de investigación.
Varias son las enseñanzas de este estudio. Por una parte, que el pez cebra puede adaptarse rápidamente a nuevas formas de alimentación, lo que contribuye a mostrar su potencial, su flexibilidad y la posibilidad de ser usado en diferentes tipos de estudios experimentales sin afectar adversamente su salud o comportamiento.
Como señala, se observó que la mayor parte del alimento se consumió durante las horas de luz, aunque la alimentación continuó durante el periodo oscuro, aunque a una tasa más reducida.
En el estudio se analizaron tres dietas diferentes: una con gel, una forma granulada de la dieta de gel, y una dieta de referencia seca. Todas apoyaron el crecimiento y la supervivencia de los juveniles de pez cebra con tasas de supervivencia superiores al 95%.
Con este gel, no solo se pueden mantener efectivamente los peces para un crecimiento normal, también se consigue la reproducción y la viabilidad de los embriones.
Reducir el manejo diario de estos animalarios de peces cebra en laboratorios, y minimizar los desechos de alimentos, permite a los investigadores a enfocar sus esfuerzos a obtener resultados y mejorar la eficiencia.
El investigador sugiere seguir avanzando en el desarrollo y refinamiento de las dietas y extender este enfoque a otras especies utilizadas en investigación.