
Una buena gestión del alimento implica un alto control de la ingesta que se produce en las granjas. Esto se consigue a través de la monitorización de los peces durante las tareas de alimentación que, dependiendo de la especie y su biomasa, puede llegar a ser un verdadero desafío.
Tradicionalmente, los granjeros prefieren piensos que se hunden y se consumen en la columna de agua. Esta elección implica que las actividades de alimentación no puedan ser monitorizadas visualmente de manera eficiente, dando como resultado el desperdicio de alimento, una menor tasa de ingesta de pienso y un aumento de la tasa de conversión FCR, y el deterioro de la calidad del agua de cultivo.
En estos casos, la mejor estrategia pasa por calibrar bien el diámetro del grano hasta el de mayor tamaño admisible por el pez. Con esto conseguimos reducir el tiempo empleado para las tareas de alimentación, desafortunadamente, la experiencia desde Aquasoja es que muy pocas granjas reconocen y controlan estas estrategias productivas y adoptan la regla de administrar una cantidad limitada de tiempo por vivero, estanque o tanque.
Recientemente, un estudio publicado por el investigador Aguado-Giménez de IMIDA presentó evidencia de que la dorada se beneficia de comer gránulos más pequeños hasta etapas posteriores de crecimiento, lo que aumenta el tiempo necesario para una alimentación adecuada. Un hecho que debe ser tenido en cuenta si se adopta esta estrategia.
Otra forma de monitorizar con precisión la ingesta de alimento es la que se obtiene empleando cámaras subacuáticas. Sin embargo, estos siguen siendo equipos costosos que limitan su uso actual en las granjas acuícolas.
Los piensos flotantes son otra opción, no apta para todos los sistemas de producción, pero que pueden ayudar a los administradores de granjas a mejorar en gran medida el rendimiento zootécnico de las granjas, tanto en términos de crecimiento como de conversión alimenticia.
Como regla general, el comportamiento alimentario de cada especie determina la densidad y flotabilidad del alimento utilizado. Hay especies acuáticas que normalmente comen en el fondo (por ejemplo, langostino, lenguado, esturión) y aquellas que normalmente comen en la superficie (por ejemplo, carpas, salmonetes); otras especies, a pesar de ser “más de fondo que de superficie”, son perfectamente capaces de comer en la superficie, si se les enseña a hacerlo. Esto incluiría, por ejemplo, la dorada, la lubina, el rodaballo o los salmónidos.
La principal ventaja de ver comer a los peces en superficie surge de la posibilidad de tener un mayor control sobre la ingesta del alimento por parte del operador. Una vez que está controlado visualmente este comportamiento y la respuesta de alimentación de los peces, seremos capaces de ajustar el tiempo, la cantidad y la velocidad de la alimentación, y se podrá mejorar los rendimientos y la utilización de alimento, reduciendo el desperdicio y mejorando la calidad del agua. Además, observar a los peces comiendo en la superficie también permite al granjero controlar la salud y el vigor de los peces.
Sin embargo, existen situaciones en las que los alimentos flotantes son difíciles de usar o incluso no son factibles. Puede ser difícil emplear alimentos flotantes en estanques no protegidos debido al ataque de las aves o cuando la corriente del agua desvía el alimento de los peces más rápido que cuando se usa un alimento que se hunde (debido a fuertes vientos superficiales o fuerzas centrífugas generadas por actividad de natación de peces en jaulas marinas).
Obviamente, dependerá de la realidad de cada granja, pero se pueden implementar medidas de manejo adecuadas para permitir esta práctica (uso de redes depredadoras y colocación de comederos a barlovento). Además, debido a las limitaciones de la superficie (la relación superficie / volumen es muy baja, en comparación con estanques o raceways), es muy difícil utilizar piensos flotantes en jaulas. El uso de cámaras subacuáticas (o de dispositivos que recolectan alimento en el fondo de la jaula) puede ayudar en esos escenarios.
Consciente de estas dificultades, AQUASOJA lanzó hace más de 15 años piensos flotantes para granjas de producción intensiva. El número de clientes de AQUASOJA que ahora optan por alimentos flotantes para especies de agua dulce y salada ha ido en aumento, con notables mejoras en la gestión de la alimentación y los resultados zootécnicos. La mayoría de ellos son productores de estanques o conductos debido a la facilidad de implementación y el bajo costo asociado de esta solución.