
El equipo de investigadores del proyecto del Plan Nacional JACUMAR, PLANASER 2.0, ha finalizado con “resultados positivos” el estudio sobre la mejora de las dietas de reproductores de seriola.
Tras cuatro meses de trabajos, según señalan desde PLANASER, se han medido a través de muestras de sangre tomadas regularmente desde mayo las hormonas del desarrollo sexual de los peces. Durante este periodo de estudio, señala la investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Raquel Quiros, se han tomado muestras biológicas para analizar la evolución de los ovocitos de seriola, tanto muestras de huevos como de sangre, “con las que se determinará el efecto de las nuevas dietas en la calidad y capacidad reproductiva de la seriola”.
El muestreo final para la extracción de muestras de sangre y la determinación de hormonas sexuales de los peces ha contado con la participación de investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA). “Hemos hecho recientemente una extracción conjunta en coordinación con los compañeros de Cádiz en las instalaciones del Parque Científico Tecnológico Marino de Taliarte (Gran Canaria), donde se van a procesar las muestras de sangre para determinar los niveles de hormonas en cada uno de los ejemplares y de los tratamientos ensayados hasta ahora”, afirmó Javier Roo, coordinador del proyecto en representación de la ULPGC y de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI).
Específicamente, según señalan, en las instalaciones de la ULPGC en Taliarte se ha realizado un muestreo para la obtención de ovocitos por canulación y de plasma sanguíneo que se mandará a la UCA, donde se elaborará un perfil hormonal en los próximos meses. “Hemos ido muestreando animales reproductores (hembras y machos) para determinar cuatro tipos diferentes de hormonas sexuales y hacer un perfil hormonal durante la época de puesta”, explicó Juan Antonio Martos-Sitcha, del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la UCA.
Entre las tareas previstas del proyecto PLANASER 2.0, también se han llevado a cabo actividades relativas al uso de diferentes relajantes en la alimentación de los reproductores de seriola con el fin de reducir el estrés al que están sometidos los ejemplares durante la época de reproducción. Gracias a estas extracciones se pueden analizar parámetros de estrés (como la hormona cortisol) y metabólicos, midiendo por ejemplo el nivel de colesterol, los triglicéridos, la glucosa o las proteínas totales, entre otros parámetros metabólicos. “Esto nos da una idea sobre las reservas energéticas y de cómo se están movilizando durante la época de reproducción”, aclaró Verónica de las Heras, del Servicio Central de Investigación en Cultivos Marinos de la UCA.
Simultáneamente, la ULPGC ha completado un primer estudio para determinar los requerimientos de taurina en las larvas de seriola, según Cristian Monzón, investigador del proyecto por la ULPGC. Este trabajo se completará en Cádiz donde se determinarán los niveles de expresión génica; es decir, de genes involucrados en el crecimiento o en las rutas de estrés. “Esto nos ayuda a ver si esa suplementación con taurina mejora el crecimiento real de los peces, además de medir otros parámetros de expresión génica relacionados con el bienestar animal y el estrés”, indicaron ambos investigadores de la UCA. El ensayo que incluye la alimentación con dietas comerciales mejoradas ha contado con la colaboración de las empresas Skretting España S.A. y Bedson España S.A.
Entre las tareas previstas del proyecto PLANASER 2.0, también se han llevado a cabo actividades relativas al uso de diferentes relajantes en la alimentación de los reproductores de seriola con el fin de reducir el estrés al que están sometidos los ejemplares durante la época de reproducción. Gracias a estas extracciones se pueden analizar parámetros de estrés (como la hormona cortisol) y metabólicos, midiendo por ejemplo el nivel de colesterol, los triglicéridos, la glucosa o las proteínas totales, entre otros parámetros metabólicos. “Esto nos da una idea sobre las reservas energéticas y de cómo se están movilizando durante la época de reproducción”, aclaró Verónica de las Heras, del Servicio Central de Investigación en Cultivos Marinos de la UCA.