Mundial - Efecto Invernadero

¿Pueden las algas marinas contribuir a reducir el metano que emiten las vacas con sus flatulencias?

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Australia 4/10/2018 – Una empresa de acuicultura en Nueva Inglaterra está convencida de que el cultivo de algas marinas con destino a la alimentación del vacuno podría contribuir a reducir el impacto de los gases efecto invernadero de esta ganadería.

Con una investigación en curso sobre este tema a cargo de científicos de la Universidad de California, los primeros resultados obtenidos muestran una luz de optimismo ya que ponen de manifiesto que las vacas que comen algas marinas padecen emitir menos metano.

La respuesta, además, estaría en la acuicultura de las algas para alcanzar volúmenes interesantes para los ganaderos. En este sentido, la empresa Australis Aquaculture of Greenfield está desarrollando el proyecto “Pastoreo Ecológico” por el que buscan el escalado comercial del cultivo de algas en Vietnam y Portugal, esperando tenerlo a punto en dos años, según indicó el CEO de la compañía, Josh Goldman.

En este sentido, según indican, “estamos uniendo los misterios del cultivo y postcosechado necesario para ampliar masivamente las operaciones”.

“Pastoreo Ecológico”, la base científica del proyecto

Asparagopsis-PhillipColla-greener-grazingLa solución podría estar en Asparagopsis taxiformis /Greener Grazing

Todo se remonta a 2014 cuando investigadores de CSIRO y James Cook University demostraron que si se alimentan a rumiantes con una dieta de solo 1 a 2 por ciento de algas marinas rojas se reducían las emisiones de metano en un 90 por ciento.

De los 20 tipos de algas analizadas, una especie, la Asparagopsis taxiformis, mostró los mejores resultados, “con casi el 99 por ciento de efectividad”.

Actualmente, están realizándose nuevos estudios conjuntamente entre CSIRO, la Universidad de California, y la Universidad Estatal de Pensilvania que muestran, según aseguran desde la compañía, “una reducción sostenida de emisiones de metano entérico sin efectos negativos para la salud del animal, la lecha o la calidad de la carne”.

Sin embargo, como señalan, “traducir este descubrimiento en una solución global presenta muchos desafíos. Por una parte, el ciclo de vida de Asparagopsis taxiformis aún no se ha controlado y nunca se ha cultivado a escala comercial”.

Actualmente en el mundo se producen 1.500 millones de bovinos y 1.200 millones de ovejas, lo que sugiere que se necesitarían al menos de 200 millones de toneladas métricas de Asparagopsis taxiformis para tener un impacto global. Para hacernos una idea, en 2015 solo se cultivaron 30 millones de toneladas métricas de algas en el mundo.

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