ESTUDIO

¿Qué relación hay entre el 'síndrome de posición rotada' en dorada y su microbioma?

Grecia 9/01/2024 | Investigadores del proyecto FishμBiome creen haber encontrado una relación que sirve como bioindicador

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“El Síndrome de Posición Rotada” o “Síndrome de Giro Corporal” es una deformidad esquelética que afecta a algunos peces de acuicultura, particularmente a la dorada (Sparus aurata). Esta afección se caracteriza por una lordosis en los peces que los hace nadar en círculos o de manera ladeada.

Está identificada como una deformación que ocurre durante los primeros estados de desarrollo de los peces y puede llegar a tener un impacto significativo en acuicultura debido a que los peces crecen más lento y en ocasiones se incrementa la posibilidad de que los peces se infecten. Cuando esta deformidad es claramente visible, también dificulta su venta al público.

Entre las causas que se atribuyen a esta deformidad están los factores genéticos; condiciones ambientales del cultivo, como la calidad del agua, temperatura y oxígeno; desbalances nutricionales, estrés y mal manejo.

Investigadores del proyecto FishμBiome, financiado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Alimentación griego han ido más allá en este problema multifactorial que aparece en los criaderos comerciales, atribuyendo esta incidencia a las interacciones entre el microbioma de las larvas, la dieta, las condiciones ambientales y el estado de desarrollo.

En base a los estudios realizados por estos investigadores, cuyos resultados se han publicado recientemente en la revista científica Frontiers in Aquaculture, no parece existir un patógeno conocido que lo cause y, por el contrario, a menudo se asocia a cambios en la diversidad e interacción de las comunidades bacterianas.

El síntoma parece aparecer a los 18 días después de la eclosión de la larva y, tanto las larvas sanas como las sintomáticas están influenciadas por tres filos bacterianos dominantes: Proteobacteria, Firmicutes y Bacteroidota, con fluctuaciones en la abundancia relativa a lo largo de las etapas de desarrollo y estado de salud. Como señalan, antes de aparecer los síntomas, las larvas ya se caracterizaban por comunidades bacterianas distintas, con un “cambio notable a lo largo de las etapas de crianza”.

Los investigadores, no obstante, han observado una “notable diferencia” entre las interacciones bacterianas de las larvas sanas y las sintomáticas, siendo las sanas las que exhiben un mayor número de interacciones, “lo que sugiere una comunidad microbiana más resiliente”.

Lo que sí han visto es un dominio de las bacterias Gammaproteobacteria en larvas sintomáticas, especialmente con varias unidades taxonómicas operacionales del género Psychrobacter. Esta relación entre Gammarpoteobacteria y Alphaproteobacteria se sugiere como bioindicador útil para la detección temprana de la deformación.

También creen que el alimento vivo sea influyente en la composición del microbioma de la larva. Parece ser, según el estudio, que la transición de Chlorella a proteína basada en rotífero y Artemia, también impacta a las larvas en etapas tempranas, particularmente a las sintomáticas, aunque no se considera que contribuya directamente “a los síntomas observados”.

Dentro de los factores ambientales, el papel de la materia orgánica puede influir en la composición bacteriana del sistema, influyendo en la mortalidad larvaria y el alimento no consumido. No obstante, esta influencia la consideran “mínima”.

Este estudio, señalan los autores, destaca la importancia de comprender las comunidades bacterianas y su relación con la salud de las larvas en acuicultura.

Referencia:

Naima Bel Mokhtar, Georgia Apostolopoulou, George Koumoundouros, Kostas Tzokas, Kosmas Toskas, Evgenia Gourzioti, Panagiota Stathopoulou, George Tsiamis. Bacterial community structures and dynamics associated with rotated positioning síndrome in gilthead sea bream (Sparus aurata) larviculture. Frontiers in Aquaculture.

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