
En un mundo que busca alternativas a la creciente demanda de pescado, la tilapia podría ser el eslabón perdido. Sin embargo, para que la producción de este pescado prospere, debe definirse cuál es el sistema que mejor se adapta al difícil equilibrio de producir peces de manera sostenible. Algo que se consigue con ciencia y tecnología aplicada.
Las investigaciones en acuicultura están centradas en analizar la biología de las especies y la calidad del agua, dejando de lado un aspecto que se antoja más importante: el rendimiento económico del negocio de acuicultura.
La falta de un análisis claro de la tecnología que se debe utilizar y los costes detrás de estas inversiones ha llevado a muchos productores a fracasar en sus proyectos por no tener un conocimiento completo de la viabilidad financiera.
Un reciente estudio liderado por expertos del Instituto Tecnológico de Misantla, en México, y publicado en la revista Sustainability, ha analizado en profundidad los costes de producción y el rendimiento del crecimiento de la tilapia (Oreochromis niloticus) en sistemas intensivos de acuicultura.
Los investigadores han analizado y comparado las tres tecnologías emergentes que mejor se adaptan al cultivo de tilapia: Sistema de Acuicultura en Recirculación (RAS, por sus siglas en inglés), en el que la producción alcanza densidades de 70 a 120 kilogramos por metro cúbico, los sistemas de acuaponía con niveles de producción de 5 toneladas de pescado y 44,8 kilogramos de vegetales año, y tecnología biofloc, con hasta 36 kilogramos de pescado por metro cúbico.
Al igual que otros estudios de acuicultura, los investigadores identificaron el alimento como el principal coste, entre el 50% y el 70% del total, seguido por la energía en RAS y Biofloc. En el caso de la acuaponía, la infraestructura es el segundo coste asociado al cultivo.
En esta rentabilidad, la densidad de cultivo también juega un papel clave donde, más peces no siempre representan más ganancias si la conversión alimenticia se ve afectada.
Es importante, como destacan los expertos, analizar de forma detallada los retornos financieros incluyendo retorno de la inversión, valor presente neto y tasa interna de retorno. Además, se debe seguir avanzando e invirtiendo en tecnologías que reduzcan costes operativos y permitan a los pequeños productores acceder a las tecnologías.
Los RAS, según explican, tienen costes de producción variables que van desde los USD 2,79 a USD 8,80, un alto coste inicial de inversión y complejidad operativa. Por su parte, los sistemas de acuaponía tienen un coste de USD 2,80, requieren una inversión significativa, y es difícil de escalar para pequeños productores.
La tecnología biofloc, por su parte, tiene costes de USD 1,65 a USD 2,10, un gran ahorro de alimento de hasta 50% y alto rendimiento. Como contras están el elevado consumo eléctrico y la necesidad de monitorización constante.
Como reflexión, es importante tener en cuenta que la sostenibilidad en la acuicultura no solo se mide por la cantidad de pescado producido o la calidad del agua, que son obviamente aspectos importantes, sino por su viabilidad económica a largo plazo.
En este contexto, los expertos del Instituto Tecnológico de Misantla consideran que la acuaponía se perfila como un sistema desde el punto de vista del retorno de la inversión interesante y prometedor. El sistema biofloc muestra un potencial significativo para reducir los costes operativos.
A pesar de todo, sigue siendo difícil tomar decisiones sobre la mejor tecnología de cultivo de tilapias ya que, como remarcan los expertos, faltan datos económicos.