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Sale a consulta pública la Evaluación Ambiental Estratégica de los 5 planes de ordenación del espacio marítimo español

El documento hace un exhaustivo análisis de la navegación, la pesca, la acuicultura, las instalaciones portuarias, el turismo y las actividades recreativas como modalidades fuente de riqueza, innovación, cohesión social y crecimiento

Granja de Acuicultura Marina de Andalucía

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) acaba de iniciar el segundo procedimiento de consulta pública de la evaluación ambiental estratégica (EAE) de los planes de ordenación del espacio marítimo de cada una de las cinco demarcaciones marinas españolas definidas: la noratlántica, la sudatlántica, la del Estrecho y Alborán, la levantino-balear y la canaria.

Este periodo de participación, que permanecerá abierto hasta el 8 de septiembre, se engloba en el proceso de consultas a las Administraciones Públicas afectadas y a las personas interesadas, según lo establecido en la Ley de Evaluación Ambiental.

La Evaluación recoge los aspectos relevantes y las principales afecciones en cuanto al estado ambiental de cada demarcación, así como su probable evolución en caso de no aplicación de los planes en un contexto de cambio climático.

El estudio incluye también objetivos de protección medioambiental fijados en los ámbitos internacional, comunitario y nacional; un análisis de alternativas y de probables efectos transfronterizos; medidas ambientales estratégicas y un programa de vigilancia ambiental, entre otros.

Los planes están estructurados en cinco bloques, entre los que destaca el quinto, que establece la ordenación del espacio marítimo incluyendo disposiciones de ordenación y criterios, e identifica un conjunto de zonas de uso prioritario y de zonas de alto potencial.

La navegación, la pesca, la acuicultura, las instalaciones portuarias o el turismo y las actividades recreativas están presentes en los mares y son fuente de riqueza, innovación, cohesión social y crecimiento, según el Ministerio.

Por ello, los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, identifican geográficamente las zonas de alto potencial para cada una de las actividades compatibles, entre otras, la acuicultura marina, o zonas para la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

En el caso específico de la acuicultura, los objetivos de ordenación pasan por garantizar la conservación y protección del ecosistema marino en la selección de emplazamientos e identificación de zonas futuras; el diseño de una planificación espacial de la acuicultura desde un enfoque de escala a medio y largo plazo compatible con la conservación ambiental y con los avances en las nuevas tecnologías. Además, de reforzar la competitividad, y contribuir a la creación de empleo, mejorando el acceso a las zonas más adecuadas y desarrollando las mejores prácticas con respecto a la ubicación, dimensionamiento y gestión de las instalaciones.

Este instrumento de planificación puede interactuar con el Plan Estratégico Plurianual de la Acuicultura Española 2021 – 2030 y los planes autonómicos de acuicultura que son donde se ostentan las competencias exclusivas.

Los gestores de los espacios protegidos podrían establecer limitaciones o condicionantes adicionales para esta actividad, en especial si los espacios están declarados para la protección de hábitats bentónicos que sean especialmente vulnerables. En todo caso, aclara el documento, igualmente existen múltiples ejemplos de espacios marinos protegidos en los que se desarrolla a acuicultura marina en la actualidad.

Respecto a la compatibilidad entre actividades, el documento reconoce la posibilidad de convivencia entre la actividad acuícola en parques eólicos comerciales, o con otras energías renovables que se implantasen, y en esos casos, “facilitar dicha coexistencia por parte del promotor”.

El documento dedica un apartado específico a analizar los efectos ambientales y afecciones a la Red Natura 2000 marina de las nuevas instalaciones de acuicultura en las zonas de alto potencial para la actividad. Así, destaca que debe analizarse la afección sobre los hábitats bentónicos, especies marinas y aves.

En general, la actividad acuícola suele tener un impacto neutro, es decir ni afecta ni favorece a otras actividades como la pesca marítima, que ha coexistido tradicionalmente sin que se hayan encontrado efectos desfavorables; el turismo y actividades recreativas, en las que lejos de detectarse importantes conflictos sí podría existir ciertas sinergias entre ambas. Sobre el patrimonio cultural subacuático, no se ha visto solape entre zonas propuestas para acuicultura y las zonas de uso prioritario para el patrimonio cultural subacuático.

La energía eólica marina, como ya se ha indicado, pueden coexistir.

Finalmente, se considera que la acuicultura puede generar efectos positivos sobre la I+D+i, y por eso, recomienda como conveniente que la innovación prestase la atención adecuada al desarrollo de técnicas de cultivo más sostenibles, mejor adaptadas al cambio climático, la seguridad y salud alimentaria, y la economía circular en el sector. Todas estas líneas de investigación e innovación igualmente repercutirían positivamente en el medio ambiente marino y en la sostenibilidad del sector.

Más información

Aquellos interesados en participar esta consulta pública pueden ampliar la información en la siguiente dirección:

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