
Sevilla 4/01/2021 – Andalucía es una región clave para la migración de aves, de ahí que el conocimiento de la evolución de las poblaciones de las especies sea un buen indicador del estado de conservación.
El último censo correspondiente al año 2020 realizado por técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible muestra cómo un total de 554.872 aves acuáticas pertenecientes a 101 especies invernan en los humedales de Andalucía, de las cuales 73 se incluyen en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas o en el listado de especies en régimen de protección especial.
Esta información se dio a conocer en la reunión del 28 Comité Andaluz de Humedales y son datos de campo que son tomados de forma conjunta por técnicos del Programa de Emergencias, Control Epidemiólogico y Seguimiento de Fauna Silvestre de Andalucía y por agentes de medio ambiente de la Junta de Andalucía, salvo en Doñana, donde son recogidos por el equipo de Seguimiento de Procesos Naturales de la Estación Biológica.
Según esta información, el 78,8% de estas aves invernantes se detectó en tan solo seis humedales andaluces, entre ellos en la Laguna de Fuente de Piedra, en Málaga, y el Espacio Natural de Doñana, Huelva, una zona ligada a importantes enclaves acuícolas de la comunidad autónoma de Andalucía.
De las aves acuáticas que invernan en los 250 humedales andaluces visitados a lo largo de 2020, las anátidas forman el grupo más numeroso con el 38,5%, seguido de las limícolas --el 23,1%-- y las gaviotas --el 17.7%--. Los datos de este año confirman una tendencia positiva en la abundancia de aves durante la invernada en el periodo 2004-2020, mientras que la riqueza de especies se mantiene estable.
Respecto de los resultados provisionales del seguimiento de la reproducción de aves amenazadas, estos indican que durante la temporada de cría 2020 se registraron 48 parejas de cerceta pardilla en 13 humedales; nueve parejas de avetoro común en un humedal; 14 parejas de focha moruna en tres humedales; 120 parejas de garcilla cangrejera en 15 humedales; 37 parejas de malvasía cabeciblanca en 13 humedales; 19 parejas de porrón pardo en cinco humedales y 15 parejas de águila pescadora en cuatro humedales.
La cerceta pardilla es un ejemplo de compatibilidad entre la conservación de los humedales y la práctica acuícola ya que gracias a la granja de Pistresa en Trebujena ha podido aumentar su población y representa el 48 por ciento de la población reproductora de esta especie. La cerceta pardilla es el ánade más amenazado de la península Ibérica según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
El de Pistresa en el Codo de la Esparraguera es uno de los muchos ejemplos de servicios ecosistémicos que se podrían poner entre interacción positiva de acuicultura y medio ambiente para aumentar la biodiversidad de la fauna silvestre.