
La coccidiosis es una enfermedad del tracto intestinal causada por parásitos protozoarios que provoca en vertebrados anorexia y letargia. Es muy conocida en la ganadería aviar y cunícula y, aunque afecta también a peces, aun se sabe poco sobre todo el rango de efectos negativos que puede causar. Los géneros más frecuentes detectados en peces del Mediterráneo son Goussia y Eimeria.
Está bien documentada que esta parasitosis es causante de desbalance de la flora intestinal, conocida como disbiosis o disbacteriosis. Un daño intestinal que impacta negativamente en la eficiencia alimenticia y provoca bajo rendimiento productivo. Producto de esta disbiosis es que se desencadena la temida coccidiosis, es decir falta de apetito.
Para hacer frente a esta infección se ha recurrido de manera convencional a terapias con antibióticos, sin embargo, la presión para abolir este tipo de prácticas ha llevado a la industria a buscar soluciones profiláticas alternativas, así como cambios en las prácticas de manejo, como por ejemplo, una menor densidad de animales con el objetivo de reducir la tasa de replicación del parásito. Estas medidas siempre con un menor éxito que las terapias con antibióticos o con coccidiostático químico.
Las levaduras, los probióticos o los ácidos orgánicos son vistos como interesantes alternativas profilácticas capaces de modular la flora intestinal, acelerando la proliferación de bacterias probióticas y disminuyendo el desarrollo de bacterias patógenas. Esta modulación del microbioma intestinal hacia una microflora más diversa y madura puede actuar de manera profiláctica para limitar los efectos de la enfermedad y aumenta la capacidad de los peces para responder al desafío del parásito, suprimiendo la fase aguda de la infección. Los aceites esenciales también son vistos como una opción altamente recomendable para maximizar la respuesta ante este tipo de desafíos.
En este sentido, como explican desde AQUASOJA, marca comercial de piensos para acuicultura de Sorgal, existen dos herramientas valiosas en su cartera de productos para hacer frente a este desafío. Se trata de NEOGOLD, un pienso para preengorde, y el suplemento ATIVIA, para engorde.
Adicionalmente, señalan desde AQUASOJA, desde 2014 presentan en su formulación el “suplemento N” de acción funcional y 100% de origen natural. Está dirigido a la gestión específica del riesgo protozoario y se basa en saponinas esteroides que rompen la membrana celular de los protozoos provocándoles fallos en su capacidad para infectar. Esta estrategia nutricional, explican, se utiliza con éxito en el cultivo de monogástricos y mejora la integridad intestinal, disminuye la morbilidad y la tasa de mortalidad.
La acción del “suplemento N” es mecánica, lo que significa que las dosis en el alimento y la tasa de alimentación son cruciales para el éxito de esta estrategia.
