El espaldarazo judicial recibido por Sonrionansa, el criadero de peces marinos cántabro que tomó las riendas de Tinamenor hace unos años, aspirar a resurgir de sus cenizas en 2022. El próximo año lo encaran con optimismo y anuncian el objetivo de producir 15 millones de alevines y una facturación que superará los 4 millones de euros.
La empresa que estos dos últimos años ha estado operando a menor rendimiento de su potencial, con un ERTE vigente hasta febrero – actualmente la plantilla cuenta con 12 personas -, espera estar a partir de marzo a tope.
Varios han sido los frentes abiertos en Sonrionansa que se han ido dirimiéndose en los tribunales. Un concurso de acreedores para protegerse de una deuda que reclamaba la Seguridad Social y un problema societario entre los accionistas principales de la sociedad, Martín Alonso y Antonio Sainz Millán, por lo civil y lo penal.
Ahora con las causas clarificadas la acuícola espera que 2022 sea el año del despegue definitivo.