String Bio, una compañía de biotecnología de San Francisco, ha alcanzado el estatus de "Generalmente Reconocido como Seguro" (GRAS) para su innovadora proteína microbiana PRO-DG™.
El estatus GRAS, regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA), establece un alto estándar para la aprobación de ingredientes tanto en alimentos como en piensos. La proteína microbiana PRO-DG™ de String Bio destaca por contener aproximadamente un 70% de proteína derivada de bacterias metanotróficas, producida a través de la plataforma patentada de la compañía, String Integrated Methane Platform (SIMP®).
La compañía asegura que el producto tiene un perfil de aminoácidos ideal, resultando en alta digestibilidad y rendimiento, como se ha validado en varios ensayos acuícolas realizados durante 2023 y revisados por pares.
La obtención del estatus GRAS, que requirió más de dos años de documentación científica exhaustiva y estudios de seguridad, distingue a String Bio de otros actores en la industria de proteínas alternativas.
Como señaló al respecto, Ezhil Subbian, CEO de String Bio, el estatus GRAS regulado por la FDA “permitirá la comercialización de PRO-DG™ en los Estados Unidos, abriendo nuevos mercados y oportunidades de crecimiento”.
“Muchos países ven el estatus GRAS como una fuerte indicación de que un ingrediente de alimentación ha sido rigurosamente probado para cumplir con el más alto estándar”, señaló.
Sobre la proteína microbiana en acuicultura
La proteína microbiana en la alimentación acuícola ofrece ventajas nutricionales elevadas al proporcionar un perfil de aminoácidos equilibrado y adecuado para las necesidades nutricionales de los peces y crustáceos. Esto se traduce en una mejor digestibilidad y mayor eficiencia en la conversión alimenticia.
La producción de proteína microbiana a partir de bacterias metanotróficas o algas puede ser más sostenible que las fuentes tradicionales. Al producirse usando el metano como fuente de carbono, reduce la cantidad de gases efecto invernadero.
Las proteínas microbianas, al producirse en condiciones controladas en biorreactores, asegura una calidad y composición constante del producto final, y reduce al mínimo el riesgo de contaminantes y patógenos en comparación con otras fuentes de proteínas.
Los procesos de fermentación y cultivo de microorganismos pueden escalarse para satisfacer la demanda.
Los desafíos están relacionados con los altos costes actuales debido a la necesidad de tecnología avanzada y equipos especializados; la aceptación por parte de los productores acuícolas y los consumidores finales. Esto se debe por la falta de familiaridad con el producto y las preocupaciones sobre su efectividad y seguridad a largo plazo.
Aunque las tecnologías de fermentación pueden ser escalables, la producción en masa de proteínas microbianas todavía enfrenta desafíos técnicos y económicos.