
Una propuesta de investigadores de NOFIMA basada en el superenfriamiento del pescado antes del transporte permitiría a la industria del salmón un ahorro de 143 millones de euros.
El superenfriamiento es una técnica de conservación que utiliza los límites de frio en los que el pescado se congela y que se encuentra entre -0,5 y -1,5 grados centígrados. Para lograr este superenfriamiento se utiliza, por ejemplo, líquido subenfriado, hielo seco o tecnología de congelación. Una vez que el producto se pone a la temperatura adecuada, se envasa y transporta manteniéndose lo más cerca posible de los 0 grados centígrados.
Con esta técnica se elimina la necesidad de usar hielo en las cajas para la conservación durante el transporte, lo que permite usar mas pescado en cada caja y reduce el uso de envases. Como señala el científico de NOFIRMA, Bjørn Tore Rotabakk con esta tecnología, la reducción en el uso de embalajes y transportes puede llegar a ser de 20 por ciento. Esto significa retirar de las carreteras 15 000 camiones cargados de salmón. También se reduce el transporte de las cajas hasta las plantas de sacrificio.
El salmón noruego se transporta a Europa a través de camiones y a Asia por avión. Esto da como resultado “perspectivas de futuro alentadoras tanto para la industria del salmón como para el medio ambiente”.
El superenfriamiento reducirá los costes de embalaje y distribución de casi 70 coronas noruegas por kilogramo producido para el transporte en cambión a toda Europa. Si toda la producción de salmón noruego se superenfriara antes del transporte, señalan desde NOFIMA, la industria podría ahorrar 1 000 millones de NOK en costes.
En el caso del transporte aéreo, señalan, alrededor de 2,70 kilogramos, o 500 millones para toda la industria, señaló Audun Iversen, científico de NOFIMA. Al usar menos hielo, la industria ahorra dinero en la producción de hielo y, no menos importante, transportándolo hasta el mercado.
Esta conservación permite reducir el uso de energía. Según los cálculos, el ahorro de electricidad es de 14 KWh por tonelada neta. La energía para el enfriamiento es de 7KWh y el ahorro en la energía no usada para el hielo es de 21 KWh.
No usar hielo también significa ahorro en las escorrentías de agua de deshielo de los camiones, lo que es una “gran ventaja en términos de seguridad vial y reputación”, aunque en el estudio, como comenta Rotabakk, “no ha sido valorada”.
El ahorro en la reducción de gases efectos invernadero se calculan entre el 15 para el salmón transportado a Europa y 17% para el transportado por aire hacia Asia.
Como explican, el transporte al mercado es el 1% de las emisiones totales de salmón a Europa, el pienso tiene un mayor impacto, y suponen el 70% de las emisiones.