Tanques circulares, rectangulares u octogonales, ¿Cuál es el mejor?

China, 16/09/2025 |

tanques circulares y octogonales

La próxima generación de sistemas de acuicultura en recirculación (RAS, por sus siglas en inglés) podría incorporar “dispositivos de accionamiento hidrodinámico” diseñados para mejorar la agregación y eliminación de los residuos sólidos. Con estos dispositivos, los RAS podrían lograr una autolimpieza más eficiente, menores necesidades de mantenimiento, una mejor salud de los peces y, en última instancia, una mayor productividad y rentabilidad.

Esta propuesta, planteada por investigadores de la Universidad Oceánica de Zhejiang en un estudio publicado en Sustainability, sugiere que la hidrodinámica de los tanques puede ser la clave para alcanzar una mayor eficiencia, peces más sanos y mejores resultados económicos en la acuicultura.

Aunque los RAS son ampliamente reconocidos por su eficiencia en el uso del agua y el control ambiental, el estudio llama la atención sobre un factor a menudo subestimado: el flujo de agua dentro del tanque. Según los investigadores, “un diseño razonable del tanque puede garantizar una distribución uniforme del flujo de agua, mejorar la capacidad de autolimpieza, reducir la probabilidad de enfermedades y favorecer el crecimiento saludable de los peces”.

Un flujo óptimo no solo mantiene la distribución del oxígeno y los nutrientes, sino que también favorece la autolimpieza al arrastrar los residuos de los peces hacia los sistemas de filtración. Esto reduce la necesidad de limpiezas manuales, disminuye el estrés en los animales y recorta los costes de mano de obra.

Los investigadores realizaron un análisis comparativo de tanques circulares, rectangulares y octogonales. Los tanques circulares, tradicionalmente valorados por su flujo estable y uniforme, ofrecen una fuerte capacidad de autolimpieza, pero son ineficientes en el aprovechamiento del espacio. Los tanques rectangulares alcanzan más del 95% de utilización del espacio, aunque su diseño genera “zonas muertas” donde se acumulan sólidos, lo que compromete la calidad del agua.

Los tanques octogonales se presentan como una posible solución intermedia, al combinar la eficiencia espacial de los rectangulares con algunas de las ventajas hidrodinámicas de los circulares. Sin embargo, el estudio señala que “pueden seguir apareciendo áreas problemáticas en las esquinas”, lo que limita su efectividad.

Más allá de la eficiencia del sistema, el estudio subraya la relación directa entre la hidrodinámica y el rendimiento de los peces. Un flujo adecuado estimula la actividad natatoria, mejora el aprovechamiento del alimento y el crecimiento, y refuerza la resistencia a enfermedades. En cambio, un flujo demasiado fuerte obliga a los peces a gastar más energía, mientras que un flujo insuficiente genera estrés y ralentiza el crecimiento.

Como enfatizan los investigadores, “la relación entre el flujo de agua y los peces es bidireccional: el flujo de agua afecta a la natación de los peces, y la natación de los peces, a su vez, modifica el flujo de agua”.

Al señalar el potencial de los “dispositivos de accionamiento hidrodinámico”, los autores llaman a profundizar en la investigación sobre cómo optimizar los parámetros de diseño de los tanques para mejorar la autolimpieza y el bienestar de los peces. Estas innovaciones, sugieren, permitirían a los operadores de RAS mejorar la producción dedicando menos tiempo y recursos al mantenimiento.

El estudio no solo resalta los beneficios económicos y biológicos de la optimización hidrodinámica, sino que también traza una hoja de ruta hacia sistemas de acuicultura más inteligentes que podrían marcar el futuro del sector en los próximos años.

No existe un tanque “perfecto” universal

El estudio subraya que no existe un tanque “perfecto” universal. La idoneidad de los sistemas circulares, rectangulares u octogonales depende no solo de la geometría, sino también de las características biológicas de las especies cultivadas e incluso del comportamiento natatorio y el peso de los peces.

Por ejemplo, los nadadores activos como los salmónidos pueden beneficiarse de flujos circulares más intensos que simulan ejercicio y mejoran la conversión del alimento, mientras que especies de menor actividad natatoria o hábitos bentónicos rinden mejor en condiciones de flujo más suaves.

El estudio también destaca que los peces más jóvenes son más sensibles a las tasas de flujo excesivas, ya que gastan más energía al estar expuestos a corrientes fuertes, mientras que los ejemplares mayores se adaptan mejor.

Una hidrodinámica inadecuada —ya sea por exceso o por defecto de flujo— puede provocar un crecimiento más lento, mayor susceptibilidad a enfermedades y un mayor nivel de estrés. Por ello, los ajustes específicos según la especie y la edad son un factor crítico para optimizar tanto el bienestar como los resultados productivos.

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