Los estragos del cambio climático se hacen sentir en la acuicultura gallega dominada con un 95% de la producción de moluscos bivalvos, principalmente mejillón. Según datos del anuario de acuicultura marina de Galicia, en 2023 la producción de moluscos bivalvos pasó de las 222.000 toneladas de 2022 a 180.000 toneladas el pasado año. La especie más producida fue el mejillón que pasó de 219.698 toneladas a 178.065 toneladas, una caída de 19%.
Aunque prácticamente se puede hablar de monocultivo de mejillón en términos de volumen, cuando se analiza el valor de esta producción se observa que este sector solo ocupa el 58% del total. Esto se explica por el bajo precio unitario 0,75 euros el kilo del mejillón.
La producción de almeja babosa con 26 toneladas cayó drásticamente, experimentando un descenso de 79,04%; el berberecho con 82 toneladas descendió 79,66%; y la almeja fina con 23.098 toneladas, descendió 22,08%. Por su parte, la ostra rizada y otra plana con 55 toneladas y 25 toneladas respectivamente registraron descensos de 25%.
Como explican desde la Xunta de Galicia, las altas temperaturas del agua, temporales y lluvias que afectaron la salinidad del agua, provocaron una mortalidad masiva en la producción de moluscos bivalvos. Estas consecuencias climáticas están detrás de estos malos resultados productivos.
Los peces, específicamente el rodaballo con 9.602 toneladas y lenguado con 890,5 toneladas, experimentaron incrementos de 4,42% y 9,04% respectivamente. Esta producción pese a representar solamente el 5,5% del volumen total, tiene un peso significativo en valor con 98 millones de euros del 42% de toda la producción acuícola de Galicia.
Finalmente, y aunque la producción de algas verdes, rojas y pardas sigue siendo poco representativa se observó un crecimiento excepcional de 52% y 127.935 euros en valor.