
Los mejillones, gracias a su capacidad de filtración y consumo de fitoplancton, zooplancton y detritos orgánicos, pueden contribuir significativamente a la reducción de nutrientes en sistemas de acuicultura con peces y mejorar la calidad del agua en los entornos acuícolas. Esta eficiencia de filtración es variable y depende del tamaño (estado de crecimiento) y las condiciones ambientales y, según los estudios, pueden capturar partículas que oscilan entre los 2 y 200 µm.
Estas características hacen de los mejillones una combinación perfecta el el cultivo con peces en sistemas Muti-tróficos Integrados de Acuicultura, al contribuir también a la eficiencia del crecimiento de macroalgas.
Sin embargo, todavía existe cierto debate sobre la capacidad de los mejillones para incorporar materia orgánica derivada de los peces en su dieta. Unos estudios sostienen que su alimentación se basa en fuentes naturales como el fitoplancton.
El crecimiento de los mejillones en IMTA también varía en función de su ubicación respecto a las jaulas de peces. Siguiendo este criterio se han desarrollado tres modelos para optimizar su integración: El modelo de integración cercana, recomendado para áreas con bajo movimiento de agua, donde los mejillones deben ubicarse en proximidad para maximizar la captura de nutrientes; el modelo de integración aguas abajo, adecuado para zonas con corrientes moderadas, situando los mejillones a cierta distancia de las jaulas de peces para mejorar la filtración del fitoplancton; y el modelo de distribución amplia, diseñado para entornos de alta hidrodinámica, con los mejillones dispersos en una mayor superficie para ralentizar las corrientes y optimizar la alimentación.
El hecho de que los mejillones incorporados a sistemas IMTA puedan mejorar la calidad del agua y reducir la carga de nutrientes de los ecosistemas para ser lo suficientemente importante para que sea visto como una oportunidad para aumentar la producción acuícola de forma sostenible. Además, su combinación con otras especies extractivas como macroalgas y pepinos de mar puede contribuir aún más a la optimización del ciclo de nutrientes y a la reducción del impacto ambiental de la acuicultura.
Todo esto refuerza la importancia de adoptar estrategias de producción basadas en el enfoque multitrófico, en línea con los principios de la economía azul y la sostenibilidad en la acuicultura moderna.