SUBPRODUCTOS

Un estudio a escala comercial muestra que el uso de harina de subproductos avícolas en piensos de salmón no afecta su crecimiento ni la calidad del filete

Noruega, 12/05/2025 | El estudio demuestra que se puede reemplazar hasta un 10% de harina de subproductos acuícolas

Granja salmón certificada G.A.P.

Un equipo de investigadores de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida y del Instituto Veterinario Noruego ha demostrado que la harina de subproductos avícolas —una fuente proteica elaborada a partir de restos no comestibles de pollo como huesos, piel y vísceras— puede sustituir parcialmente a las proteínas tradicionales en la dieta del salmón de cultivo sin comprometer su rendimiento ni su bienestar.

El estudio, desarrollado en una explotación en Nordfjord, Noruega, durante 11 meses, se realizó con 435.000 salmones atlánticos (Salmo salar) distribuidos en nueve jaulas marinas. Se evaluaron tres dietas distintas: una dieta control con ingredientes convencionales, y dos dietas experimentales en las que la harina de subproductos de pollo reemplazó el 5% y el 10% de la proteína bruta, respectivamente.

Según los autores, "no se encontraron diferencias entre los grupos alimentados con subproductos de pollo y el grupo control en términos de rendimiento de crecimiento, mortalidad, índice de conversión alimenticia, histología intestinal o parámetros de calidad del filete como firmeza, color o composición de ácidos grasos".

Durante el ensayo, los peces alcanzaron un peso medio final de 5,9 kg desde los 482 g iniciales, y el 83% fueron clasificados como “superior” según los estándares de calidad de la industria. La harina de subproductos de pollo utilizada cumplía con la normativa europea para su uso en alimentación animal (categoría 3) y fue procesada mediante un sistema térmico que garantiza su inocuidad.

Los análisis de bienestar indicaron buenas condiciones en todos los grupos. En concreto, "los peces alimentados con un 5% de harina de subproductos de pollo presentaron un factor de condición significativamente mayor", mientras que los del grupo con 10% mostraron "una menor incidencia de úlceras y un color hepático más oscuro", aunque las diferencias numéricas fueron pequeñas.

En cuanto a la calidad del producto final, no se observaron efectos negativos sobre el color, la textura o la composición química del filete. Tampoco se detectaron diferencias relevantes en los niveles de astaxantina, el principal pigmento que da color al músculo del salmón.

El estudio también evaluó la salud intestinal mediante análisis histológicos. No se detectaron diferencias significativas en inflamación, vacuolización ni células caliciformes ectópicas entre los grupos, lo que sugiere que la inclusión de PBM no compromete la integridad intestinal.

Los autores concluyen que "la harina de subproductos avícolas puede utilizarse en dietas para salmón atlántico con inclusiones de hasta el 10% sin comprometer el rendimiento de crecimiento, la salud y el bienestar de los peces ni la calidad del producto". Además, destacan que este ingrediente contribuye a una mayor sostenibilidad en la acuicultura: “la inclusión de subproducto de harina de pollo en la alimentación del salmón contribuye a la economía circular al transformar subproductos de bajo valor en alimento de alta calidad”.

¿Es aplicable a otras especies como dorada y lubina?

Aunque el estudio se centró exclusivamente en salmón atlántico, existen antecedentes que sugieren que la harina de subproductos avícolas también puede utilizarse en otras especies de acuicultura marina como la dorada (Sparus aurata) y la lubina (Dicentrarchus labrax). Estas especies, como el salmón, tienen requerimientos altos de proteína y son capaces de digerir fuentes de origen animal. Diversos estudios previos han reportado buenos resultados en parámetros de crecimiento, eficiencia alimentaria y salud intestinal cuando se incorporan harina de subproductos de pollo en niveles moderados en sus dietas.

Sin embargo, el nivel óptimo de inclusión y sus efectos sobre la calidad sensorial del producto final pueden variar según la especie, la edad del pez, las condiciones de cultivo y el procesamiento de estos ingredientes. Por tanto, aunque los resultados obtenidos con salmón son prometedores y apuntan a una alta replicabilidad, es recomendable validar cada caso con ensayos específicos antes de su aplicación a gran escala.

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