
Un reciente estudio de José Fernández Polanco, Universidad de Cantabria, Raquel Fernández González, Universidad de Vigo, y Trond Bjorndal, SNF, Noruega, ha identificado una alta concentración empresarial, rigidez de precios y una demanda inelástica como rasgos que definen el mercado del rodaballo de cultivo en Europa. Actualmente, el mercado está dominado por tres grandes compañías: Stolt Sea Farm y Nueva Pescanova, con sede en Galicia, y Flatlantic, en Portugal.
Según los datos recogidos en la investigación, en 2022 se produjeron en Europa 12.632 toneladas de rodaballo de cultivo, con un valor total de mercado de 94,07 millones de euros. Esto sitúa al rodaballo como la décima especie en volumen y la novena en valor dentro del sector acuícola europeo. España encabeza la producción con 8.766 toneladas, seguida de Portugal con 3.600 toneladas. Toda la producción española se concentra en Galicia, que representa por sí sola el 12,8 % de la producción mundial de esta especie.
El informe también destaca que Flatlantic cuenta actualmente con una capacidad de producción anual de 3.000 toneladas, y planea expandirse hasta las 16.000 toneladas en las próximas décadas, lo que refuerza su papel como tercer mayor operador europeo.
A través de modelos estadísticos avanzados, los investigadores comprobaron que no existe una relación estable a largo plazo entre las cantidades y los precios del rodaballo de cultivo procedente de Portugal y el rodaballo salvaje importado desde Países Bajos. Esta falta de correlación indica que las empresas pueden mantener precios estables independientemente de la evolución de la demanda, un comportamiento típico en mercados dominados por pocas empresas con alto poder de fijación de precios.
Los autores del estudio señalan que "los resultados también mostraron que los precios de exportación del rodaballo salvaje son endógenos en su relación con los precios en origen del rodaballo de cultivo. Y añaden: estos resultados coinciden con los que cabría esperar en el contexto de un mercado oligopolístico caracterizado por la rigidez de precios".
Aunque el término "oligopolio" suele tener connotaciones negativas, el investigador principal, José Fernández Polanco, aclara para misPeces que en el caso del rodaballo existe competencia, “pero no en precios”. “Las empresas compiten en calidad, servicio e innovación.”, aclara.
Desde su punto de vista, esta estructura concentrada aporta estabilidad, tanto al mercado del rodaballo de cultivo como al de pesca, que también está sujeto a restricciones importantes de oferta.
“El rodaballo es un buen ejemplo de cómo una industria altamente concentrada puede tener efectos positivos sobre el mercado de una especie —ayudando a mantener precios estables y apostando por mejoras de calidad.”, explica Fernández Polanco.
En contraposición, recuerda que los sectores orientados únicamente a producir más y competir en precios suelen caer en crisis cíclicas, por los desequilibrios entre oferta y demanda.
Fernández Polanco destaca también que el rodaballo es una especie particular, en la que escalar la producción no es tarea fácil. Por eso considera que el sector ha evolucionado hacia una estructura de mercado óptima para las características de la especie, permitiendo que las empresas sean rentables y reduciendo la volatilidad en los precios de las capturas.
“Tenemos un modelo que funciona: asegura rentabilidad a los acuicultores sin perjudicar a los pescadores,” concluye.
Referencia:
Fernández Polanco, J., Fernández‑González, R., & Bjorndal, T. (2025). Market structure, price determination and vertical coordination in the European turbot (Psetta maxima) aquaculture sector. Aquaculture Economics & Management, published 20 June 2025. https://doi.org/10.1080/13657305.2025.2519720