Las diatomeas son un grupo de microalgas ampliamente reconocidas por su alta productividad y su valor nutricional, en particular como fuentes de ácidos grasos esenciales que se transfieren a lo largo de las redes tróficas acuáticas.
Investigaciones recientes indican que estas cualidades nutricionales, y especialmente la acumulación de lípido y el equilibrio entre ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados, pueden ajustarse mediante las condiciones de cultivo controlando la intensidad lumínica y la temperatura.
Un estudio llevado a cabo con la diatomea de agua dulce Sellaphora minima demuestra que tanto la luz como la temperatura desempeñan un papel determinante no solo en el crecimiento, sino también en la cantidad y composición de los lípidos que produce, lo que puede servir para su aplicación en la acuicultura y biocombustibles.
En los experimentos, cultivos de Sellaphora minima se desarrollaron bajo cuatro intensidades de luz, entre 1.500 y 6.000 lux, y a tres temperaturas de 20, 25 y 30 °C. Los principales ácidos grasos identificados fueron mirístico, palmítico, palmitoleico, oleico, linoleico, linolénico, araquidónico y eicosapentaenoico.
Las mayores intensidades de luz dieron lugar a una mayor densidad celular, con un máximo a 6.000 lux, pero redujeron la acumulación de lípidos, que fue más elevada a 1.500 lux. Según los autores, este comportamiento refleja una respuesta típica de las microalgas, en la que la baja disponibilidad de luz actúa como un factor de estrés que desvía el metabolismo desde la división celular hacia el almacenamiento de lípidos.
La intensidad lumínica también influyó en los perfiles de ácidos grasos. A medida que aumentaba la irradiancia, los ácidos grasos saturados ganaban protagonismo, mientras que los monoinsaturados y poliinsaturados disminuían.
En condiciones de baja luz, Sellaphora minima produjo los niveles más altos de ácidos grasos poliinsaturados, incluidos el ácido araquidónico y el ácido eicosapentaenoico, ambos considerados esenciales en los piensos acuícolas para larvas de peces, camarones y moluscos. La temperatura mostró un patrón similar: la acumulación de lípidos y el grado de insaturación de los ácidos grasos fueron mayores a 20 °C y disminuyeron a medida que la temperatura aumentaba, mientras que las temperaturas más altas favorecieron los ácidos grasos saturados.
Estos resultados son especialmente relevantes para la acuicultura, ya que Sellaphora minima produjo hasta un 26 % de ácidos grasos poliinsaturados durante la fase de crecimiento exponencial, lo que respalda su potencial como organismo de alimentación en sistemas de agua dulce.
El perfil de ácidos grasos también resulta de interés para la producción de biocombustibles, dado que las altas proporciones de ácidos palmítico y palmitoleico observadas bajo condiciones de alta luz y temperatura se asocian con propiedades favorables para el biodiésel.
No obstante, los autores subrayan que se necesita más investigación para evaluar el rendimiento de Sellaphora minima en sistemas de cultivo al aire libre a gran escala, donde las condiciones ambientales varían de forma natural.

