Las algas marinas, más que un simple alimento, están emergiendo como una solución multifacética que promete beneficios ecológicos, económicos y sociales. Un reciente informe publicado por el Banco Mundial ha destacado el enorme potencial que tiene el cultivo de estas plantas acuáticas en el panorama global.
Según este estudio, el cultivo de algas tiene la capacidad no solo de absorber grandes cantidades de carbono, reduciendo así la huella de carbono, sino también de impulsar la biodiversidad marina. Más allá de los beneficios medioambientales, las algas marinas también están proporcionando empleo a mujeres y abriendo nuevas cadenas de valor que pueden transformar economías locales.
El informe subraya que el mercado de algas marinas podría crecer en 11.800 millones de dólares para el 2030. A pesar de estos números impresionantes, aún queda mucho por explorar.
Actualmente, señala el informe, la mayoría de las algas marinas cultivadas se destinan al consumo humano, al alimento en acuicultura o a la producción de espesantes conocidos como hidrocoloides. Sin embargo, su uso podría extenderse a sectores como la fabricación de tejidos y plásticos, ofreciendo una alternativa sostenible a los combustibles fósiles.
Las algas también pueden jugar un papel importante en la protección de nuestros mares, mediante la captura de carbono y la regulación del nitrógeno, y en el fortalecimiento de comunidades costeras vulnerables aportando beneficios socioeconómicos.
Según los datos, potenciar la producción de algas y mejorar las cadenas de valor relacionadas con este sector contribuirá directamente a cumplir, al menos, nueve de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU.
Actualmente, la producción de algas marinas está dominada en gran medida por países asiáticos, que representan el 98% del volumen global. Sin embargo, la demanda creciente y las múltiples aplicaciones de las algas sugieren que hay oportunidades significativas para expandir este cultivo a nuevas regiones.
En el informe se estima que su cultivo y aplicación diversificada impulse tanto la protección del medio ambiente como el bienestar de las comunidades en los próximos años.
En un momento en el que los recursos globales se encuentran cada vez más limitados y comprometidos, resulta fundamental aprovechar aquellos que, además de regenerarse rápidamente, pueden ayudar a revitalizar los ecosistemas que los sostienen. Las algas marinas, señala el informe, cumple con las características y, por ello, “se presentan como una solución prometedora para los desafíos actuales”.
Como destaca el informe, es hora de que el mundo reconozca y aproveche todo el potencial que el sector de las algas marinas tiene para ofrecer en pro de un futuro más sostenible y justo para todos.
Más información: Global Seaweed New and Emerging Markets Report 2023