
California 4/08/2020 - La acuicultura está alcanzando poco a poco el reconocimiento como una parte importante del sistema alimentario mundial, algo que es de esperar que siga creciendo. Su papel está siendo determinante para sacar de la pobreza a millones de personas en el mundo.
Por eso es importante que su contribución sea analizada ampliamente, incluyendo tanto los aspectos positivos como los desafíos de sostenibilidad, entre los que se encuentran la degradación ambiental, el uso excesivo de antibióticos, la liberación de agentes patógenos y el requerimiento de harina de pescado y aceite de pescado.
En una parte de la industria también se deben incluir malas prácticas laborales y desigualdad de género.
Sin embargo, estos desafíos no deben enmascarar las contribuciones positivas de la acuicultura. Los peces y mariscos son animales de sangre fría que aprovechan mejor los nutrientes que el ganado terrestre. Muchas especies, como los moluscos bivalvos, ni siquiera requieren de alimentación con pienso. Otro aspecto positivo es su huella de carbono más baja que otras formas de producción de alimentos.
Bajo el enfoque Una Salud expertos de la Universidad Santa Bárbara están estudiando las complejas interacciones entre los parámetros de salud humana, ambiental y animal. Recientemente el Centro para el Futuro de la Acuicultura Sostenible conjuntamente con la Universidad de Exeter y el Centro para el Medio Ambiente del Reino Unido han reunido a un equipo de científicos, economías, sociólogos y especialistas en políticas para llevar a cabo un estudio en el que se han planteado indicadores que puedan usarse para definir estrategias nacionales de acuicultura en todo el mundo para mejorar la sostenibilidad a medida que la industria se expanda.
El documento presenta una estrategia para el desarrollo de la acuicultura, así como los puntos de referencia para medir su sostenibilidad y éxito. "Este es un documento importante", dijo el autor principal, Grant Stentiford, del Centro de Ciencias del Medio Ambiente, Pesca y Acuicultura, "reconociendo que la acuicultura está preparada para proveer de la mayoría de nuestros productos pesqueros para 2050, pero también que la sostenibilidad debe estar diseñada en todos los niveles ".
El estudio, que ha sido publicado en Nature Food, incluye conceptos como el acceso a alimentos nutritivos y empleo de calidad, la salud de las poblaciones de peces salvajes y los ecosistemas y el mantenimiento de una pequeña huella ambiental y resistencia al cambio climático.
Para que esta estructura marco tenga éxito, señaló al respecto Halley E. Froehlich profesor asistente en la Universidad de Santa Bárbara, es fundamental la comunicación, la cooperación y la coordinación a medida que el sector crezca. La transferencia del conocimiento del ámbito científico a los formuladores de políticas o hacia los ganaderos es fundamental.
"La acuicultura está en todas partes y en ninguna al mismo tiempo", dijo Froehlich. "La gente no se da cuenta de lo integrada que está en tantas facetas de la ecología marina, la biología de la conservación y la pesca".