Los bacteriófagos, virus específicos que infectan bacterias patógenas y las reducen, están siendo consideradas desde hace años como una alternativa efectiva a los antibióticos convencionales. Este enfoque prometedor no solo es respetuoso con el medio ambiente, también ofrece ventajas adicionales, como su capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas cepas bacterianas, lo que ayuda a combatir la resistencia de estos patógenos.
En el ámbito de la acuicultura, se han observado evidencias de bacteriófagos capaces de combatir enfermedades en la cría de especies piscícolas. Basándose en estos avances, se quiere desarrollar una terapia comercial en Dinamarca, en colaboración con expertos del Reino Unido. El objetivo es utilizar bacteriófagos contra bacterias patógenas en el cultivo de trucha arcoíris.
Para ello, la Universidad de Copenhague ha obtenido una financiación de 20 millones de coronas danesas (2,69 millones de euros) para llevar a cabo un nuevo proyecto de tres años.
Según explica Mathias Middelboe, profesor de la Universidad de Copenhague, después de años de investigación, los bacteriófagos están demostrando resultados prometedores. Ahora, el siguiente paso es desarrollar productos antimicrobianos que puedan reducir los brotes de enfermedades en la cría de truchas.
Los productos desarrollados podrían utilizarse de manera profiláctica, ya sea como suplementos alimenticios o en filtros biológicos en instalaciones de circuito cerrado.
El objetivo final es que los resultados de este proyecto contribuyan a eliminar el uso de antibióticos en la industria acuícola, fomentando así un desarrollo sostenible y una reestructuración del sector.
En este proyecto colaboran la Universidad de Copenhague, la Universidad Técnica de Dinamarca, el Instituto Tecnológico Danés, DanAqua, Aller Aqua, Carus Animal Health y Fixed Phage.