Escocia (Reino Unido) 22/04/2020 – Investigadores del Centro Escocés de Innovación en Acuicultura (SAIC, por sus siglas en inglés) están desarrollando una herramienta de monitoreo bioquímico podría transformar el sector de la acuicultura mundial que representa un avance significativo en la gestión proactiva de la salud de los peces a escala mundial.
El proyecto está dirigido por la Universidad del Oeste de Escocia y está financiado por el Fondo de Innovación de Pesca y Acuicultura del Reino Unido, y las empresas Scottish Salmon Company, Scottish Sea Farm, Mowi, Cooke Aquaculture, Loch Duart, Wester Ross Fisheries, Grieg Seafood y Kames Fish Farming.
El método de diagnóstico es similar a los enfoques utilizados en medicina humana y veterinaria, e implica el análisis regular de biomarcadores en muestras de sangre, como niveles de minerales y electrolitos.
Monitorear los biomarcadores y los cambios en el comportamiento de los peces podría permitir a los productores de peces identificar problemas de salud y administrar preventivamente esta salud, utilizando resultados en tiempo real para informar las decisiones de tratamiento.
Uno de los mayores desafíos en acuicultura es comprender cómo son los biomarcadores de peces en su estado “normal” y cómo cambian cuando hay un problema. Como parte de la iniciativa, los investigadores están realizando pruebas en miles de muestras para desarrollar una base de datos digital que permita que las futuras muestras de sangre tengan referencias cruzadas contra un conjunto de biomarcadores que representen estas condiciones normales.
Ser trata de un método utilizado en medicina humana. Sin embargo, como explica al respecto Brian Quinn, profesor de ecotoxicología en el Laboratorio de Salud Acuícola de la Universidad, en el caso de los peces lo primero que habrá que hacer es establecer una base de referencia sólida, que será crucial para el éxito del monitoreo para la salud, pero esto implica evaluar miles de muestras con, al menos, 30 biomarcadores cada una.
El método por biomarcadores tiene como ventaja respecto al basado en pruebas histológicas la rapidez del diagnóstico y aporta información sobre el estado de la función renal, cardiaca o branquial, y se podría saber en 24 horas y no en 14 días, y con mejores datos.
Una vez se cierre el proyecto, se espera tener un producto que estará gestionado por una spin-off.