GENÉTICA

Un solo gen puede orquestar la llamada a la reproducción del salmón atlántico

Noruega 26/12/2024 | Este descubrimiento aplicado en acuicultura permite diseñar estrategias más sostenibles

Salmón Atlántico bajo el agua

Cada año, por los meses de septiembre y octubre, millones de salmones desafían las corrientes, regresando a sus lugares de nacimiento para reproducirse. Pero, ¿cómo saben cuándo es el momento adecuado? La respuesta, recientemente revelada por científicos de la Universidad de Helsinki y Nord University, podría estar en el gen vestigial-like 3 (vgll3), que, según señalan en un estudio, es el encargado de regular la edad de maduración del salmón atlántico mediante una compleja red de interacción genética.

El gen vgll3 actúa como un cofactor de transcripción que, dependiendo de su variación genética, coordina la expresión de genes asociados a la producción de hormonas sexuales, la utilización de reservas de energía y el desarrollo celular en los testículos del salmón. Estas funciones permiten a los salmones ajustar el momento de su maduración sexual, una estrategia clave para su supervivencia y éxito reproductivo en entornos cambiantes.

Implicaciones ecológicas y prácticas

Los resultados de este estudio tienen implicaciones ecológicas, al permitir una mejor comprensión de cómo un solo gen puede influir en estrategias de vida alternativas y en la capacidad de las especies para adaptarse a sus ecosistemas. Este conocimiento puede ser clave para la conservación del salmón atlántico, una especie cuya población ha disminuido drásticamente debido a la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático.

En el campo de la acuicultura, este descubrimiento permite diseñar estrategias más sostenibles. Por ejemplo, al identificar y seleccionar individuos con variaciones específicas del gen vgll3, los productores pueden criar salmones que maduren más tarde, mejorando su tamaño y calidad, o incluso controlar mejor los ciclos reproductivos en piscifactorías. Esto no solo aumenta la eficiencia de la producción, sino que también reduce el impacto ambiental al optimizar el uso de recursos.

Además de influir en la maduración sexual, el gen vgll3 tiene un efecto pleiotrópico, es decir, regula múltiples características biológicas. Este gen está implicado en la regulación de la energía celular, la adiposidad y el comportamiento, factores que afectan directamente la salud y la calidad del pescado.

Los investigadores sugieren que este gen podría ser un modelo para estudiar cómo las mutaciones genéticas individuales pueden dar lugar a características complejas en otras especies, incluidos los seres humanos. En el salmón, este conocimiento no solo desentraña su fascinante biología, sino que abre nuevas puertas para su manejo y preservación.
 

Aplicaciones prácticas en acuicultura

SalMar, granja de salmón en Noruega

Gracias a este avance, la industria de la acuicultura está un paso más cerca de integrar técnicas genéticas avanzadas como la edición de genes o la selección asistida por marcadores para optimizar la producción de salmón de manera sostenible.

Al entender mejor cómo se regula la edad de maduración, se puede conseguir, a través de la selección genética asistida, retrasar la maduración sexual. Esto permite que los salmones tengan más tiempo para crecer, alcanzando un mayor tamaño y mejorando su rendimiento de biomasa, lo que es fundamental para la rentabilidad de los cultivos.

A través de herramientas genéticas, otra opción es alinear los ciclos reproductivos, lo que facilita la planificación de lotes homogéneos y mejora la logística del cultivo. Esto simplifica la gestión en piscifactorías, optimizando los tiempos y los recursos necesarios para la producción.

También se puede optimizar el crecimiento y la calidad del pescado, seleccionando genotipos que prioricen la acumulación de masa muscular sobre el almacenamiento de grasa. Al evitar la maduración precoz, se garantiza que los productos tengan una alta calidad en el mercado, atrayendo a consumidores exigentes.

Por otra parte, al conocer mejor cómo este gen interactúa con el metabolismo, se pueden diseñar dietas personalizadas que optimicen el rendimiento del pez. Estas dietas, formuladas con proporciones precisas de proteínas y lípidos, satisfacen las necesidades metabólicas de los salmones que se desarrollan más lentamente, asegurando un crecimiento eficiente y sostenible.

La integración de estos conocimientos genéticos en la acuicultura promete transformar la producción del salmón atlántico, haciéndola más eficiente, sostenible y adaptada a los retos ambientales del futuro. Este avance científico no solo representa una mejora para los productores, sino que también protege a una especie fundamental para los ecosistemas y la economía global.

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