Un simple test en el agua puede revolucionar la forma en que los biólogos rastrean la vida marina, ofreciendo una visión en “tiempo real” de las actividades reproductivas de las especies acuáticas.
Se trata de la aplicación del ARN ambiental (eRNA), una técnica que permite monitorizar el ácido ribonucleico en el agua e interferir el comportamiento fisiológico de los peces, como el desove, en tiempo real.
La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Scientific Reports, sugiere que un simple test en el agua puede revolucionar la forma en la que los biólogos rastrean la vida marina, ofreciendo una visión en “tiempo real” de las actividades reproductivas de las especies.
Hasta ahora, la principal técnica no invasiva era el ADN ambiental (eDNA), útil para identificar la presencia de una especie, pero limitado para inferir actividades biológicas dinámicas. Con el eRNA esta limitación se ve superada.
La clave ha sido la identificación del gen klhl10, un marcador específico genético de gametos, cuya concentración en el agua aumenta notablemente durante los intentos de apareamiento. Este marcador actúa como un “indicador de actividad” que confirma la liberación de óvulos o esperma.
Clara aplicación en acuicultura
Lo más impresionante de esta técnica de bajo coste es que desde que se hace la toma del agua hasta que se detecta el marcador pueden pasar unas horas.
Esto permite aplicaciones en acuicultura que van desde la reproducción, al evaluar si los peces reproductores están respondiendo correctamente a los protocolos de inducción hormonal o ambiental para el desove, o localizar con precisión y rapidez el momento del desove en criaderos.
También se puede medir genes de estrés, por ejemplo, relacionados con el calor o la baja calidad del agua, antes de que los peces muestren síntomas visibles, permitiendo ajustes rápidos en el manejo.
El uso de marcadores de eRNA específico de patógenos o de respuesta inmune podrán detectar una enfermedad de manera rápida.
En el ámbito pesquero, permite detectar zonas de desoves naturales de especies pelágicas como la sardina, un desafío científico pendiente.
Por el momento, el sistema todavía tiene que mejorar la inestabilidad de la molécula, ya que el RNA es mucho más susceptible a la degradación que el DNA, lo que dificulta la logística de conservación.
Otro aspecto a tener en cuenta es la estandarización y desarrollo de marcadores ya que los métodos de extracción de eRNA son más sensibles a la contaminación y menos robustos que los de eDNA.
Referencia:
Aminaka, Y., Wong, M.KS., Yada, T. et al. The use of environmental RNA for inferring fish spawning behavior. Sci Rep 15, 37559 (2025). https://doi.org/10.1038/s41598-025-23861-8
