Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos, ha logrado resultados sorprendentes en la defensa de ostras frente a bacterias con el uso específico de probióticos aplicados en una etapa temprana de su desarrollo.
Este método, como señalan los investigadores, puede mejorar el rendimiento de las ostras. Después del empleo de los probióticos, la tasa de crecimiento, metamorfosis – metamorfosis de juveniles a adultos - y asentamiento de las larvas, así como la supervivencia aumentó significativamente.
Los resultados de este trabajo que han sido publicados en la revista científica Aquaculture podrían servir para ser aplicado en criaderos de semilla de ostra, ahorrando costes de miles de euros al año.
En los criaderos muchas larvas mueren a edad temprana debido a las infecciones por Vibrio. Específicamente en el estudio se comprobó la eficacia frente a Vibrio corallilyticus que es el más persistente en criaderos de Estados Unidos.
Carla Schubiger, líder del proyecto y coautora del estudio señaló que los resultados “definitivamente superaron las expectativas”.
Una mejora de la supervivencia de 40 a 50% sería enorme. Aquí en este estudio, añade, “hemos aumentado la supervivencia un 80%, lo que es muy significativo para la industria”.
Con los probióticos lo que se consigue es mejorar la presencia de bacterias beneficiosas para las ostras. Por eso, lo que hicieron los investigadores fue cultivar las bacterias que están en el tracto digestivo de las ostras y probar las que mejor funcionan contra Vibrio.
Para acercar el estudio a las condiciones reales de un criadero comercial, los investigadores cultivaron las ostras usando el mismo tipo de agua. A las 24 horas de vida, las larvas fueron tratadas con diferentes cepas de probióticos. Primero individualmente, y luego, con las cepas más prometedoras. A las 48 horas, las larvas fueron expuestas a Vibrio corallilyticus.
Entre 14 a 16 días después del tratamiento con probióticos, éstos parecían todavía tener efecto en las ostras, mostrándose tasas más altas de asentamiento natural y metamorfosis en los ejemplares, y conchas más grandes.
Aunque no se ha podido dilucidar cuál es el mecanismo que hace que mejora la supervivencia de las larvas, todo apunta según indicó Schubiger a que los probióticos mejoran la respuesta inmune de las larvas de ostra.
El próximo paso de su investigación pasa por probar con un cuarto probiótico junto con microalgas y trabajar en un alimento que se integre en el proceso de cría. Una vez que se afine con el probiótico, los investigadores esperan emplearlo liofilizado de manera que se pueda suministrar en el agua.