SALUD

Una investigación asocia la molécula TMAO abundante en el pescado con la salud cognitiva

Reino Unido 10/12/2021 | Los beneficios de consumir pescado se atribuyen principalmente al Omega-3. Esta investigación abre un nuevo campo de posibilidades

Estudio cerebro en clínica

Cada cierto tiempo la ciencia avanza en el mejor conocimiento de los beneficios de consumir pescado, muy superiores a los posibles perjuicios atribuibles. Entre los beneficios están una mejora salud cardiovascular y neurológica, amen de otros inmunológicos.

Se sabe que comer pescado y marisco es bueno para el cerebro, sin embargo, los mecanismos que consiguen estos mecanismos son menos conocidos. Hasta ahora, los Omega-3 del pescado han sido las moléculas que se han llevado el mérito principal, a pesar de que la suplementación dietética a través de cápsulas no ha demostrado tener mucha relación para mejorar la función cognitiva.

En el marco de un estudio financiado por el Alzheimer’s Research UK, científicos de la Nottingham Trent University y la Queen Mary University of London ha salido a la luz una molécula alternativa al Omega-3 - que también está presente en gran cantidad en el pescado y marisco - y que podría estar detrás de la mejora cognitiva en humanos. Se trata de N-óxido trimetilamina (TMAO), una molécula que se genera en la microbiota del intestino durante la digestión de determinados alimentos y que suele agruparse con las vitaminas del grupo B.

TMAO pertenece al grupo de óxidos de amina, presente en gran cantidad en los tejidos del pescado y marisco marinos. Este metabolito tiene como función evitar que la presión del agua distorsione las proteínas de los peces. A mayor profundidad en la que habita un determinado pez o marisco mayor es la concentración en el tejido. El pez caracol (Pseudoliparis swirei), que vive en la Fosa de las Marianas a una profundidad de 8 076 metros es el animal descrito con mayor concentración.

En el estudio, los investigadores han demostrado que TMAO interactúa directamente con la “barrera hematoencefálica” y los órganos de todo el cuerpo. A medida que envejecemos esta barrera se hace más permeable dejando pasar las toxinas más fácilmente. Gracias a TMAO, la barrera se mantiene en buenas condiciones. También tiene efectos protectores sobre la vasculatura cerebral, la función de los astrocitos y microglía, y sobre la cognición.

La microbióloga Lesley Hoyles, de la School of Science and Technology de la Nottingham Trent University destaca cómo los metabolitos producidos por la microbiota provienen de bacterias del intestino que metabolizan los tejidos del pescado y tienen “numerosos efectos en nuestro organismo”.

Es importante, como señalan los investigadores, ampliar el alcance de los estudios nutricionales más allá de los ácidos grasos poli-insaturados Omega-3, ya que los resultados “pueden valer la pena”.

Referencia:
Hoyles, L., Pontifex, M.G., Rodriguez-Ramiro, I. et al. Regulation of blood–brain barrier integrity by microbiome-associated methylamines and cognition by trimethylamine N-oxide. Microbiome 9, 235 (2021). https://doi.org/10.1186/s40168-021-01181-z

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