
Una mezcla de larvas de mosca soldado negra y gusano de la harina amarilla se perfila como una alternativa prometedora a la harina de pescado en las dietas para lubina europea, según un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Oporto (Portugal) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos).
Aprovechando los perfiles nutricionales complementarios de Hermetia illucens y Tenebrio molitor, esta combinación no solo mejora los resultados funcionales y fisiológicos, sino que también ofrece mayor flexibilidad en el aprovisionamiento de ingredientes, aspectos clave para avanzar hacia una acuicultura más sostenible.
El estudio demostró que una mezcla al 50:50 de ambas harinas de insecto puede sustituir hasta el 50% de la proteína procedente de la harina de pescado en dietas para juveniles de lubina europea (Dicentrarchus labrax) sin afectar al crecimiento ni a la eficiencia alimentaria. Los peces alimentados con estas dietas basadas en insectos alcanzaron un rendimiento de crecimiento similar (índice de crecimiento diario: 2,0) y una conversión alimenticia equivalente (FCR: 1,0–1,1) al grupo control, alimentado con un pienso convencional con un 15% de harina de pescado. La retención de nutrientes también se mantuvo estable: nitrógeno (38–40%) y energía (44–47%) en todos los tratamientos.
Los investigadores ensayaron tres niveles de inclusión de harina de insecto—3%, 25% y 50%—en formulaciones isoenergéticas, isoproteicas e isolipídicas. El ensayo, de 75 días de duración, se realizó en un sistema de acuicultura en recirculación, con agua a 22 °C y una salinidad de 35 ppt.
Uno de los hallazgos ambientales más relevantes fue la reducción en las pérdidas fecales de fósforo: los peces alimentados con dietas con harina de insecto excretaron entre un 20% y un 27% menos de fósforo en comparación con el grupo control. Además, el análisis histológico reveló que los peces del grupo con mayor inclusión presentaron vellosidades intestinales más largas, lo que sugiere una mejor capacidad de absorción de nutrientes.
Desde el punto de vista nutricional, el perfil de ácidos grasos del músculo se mantuvo estable, especialmente en los niveles de EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), que oscilaron entre 364 y 405 mg por cada 100 g de filete. Además, los peces alimentados con mayores niveles de harina de insecto mostraron un mayor depósito de ácido láurico, un ácido graso con propiedades antimicrobianas reconocidas.
De forma destacada, los peces del grupo con un 50% de inclusión presentaron la mayor capacidad antioxidante en el tejido muscular, medida mediante el método ORAC, lo que indica posibles beneficios funcionales más allá de la nutrición básica.
Las harinas de insecto fueron suministradas por las empresas portuguesas Ingredient Odyssey S.A. – EntoGreen y Thunder Foods S.A., y se produjeron a partir de subproductos agroalimentarios como orujo de oliva y salvado de trigo, en línea con un modelo de bioeconomía circular.
Según los investigadores, este estudio refuerza el potencial de combinar harinas de mosca soldado negra y de gusano de la harina como fuentes proteicas sostenibles y viables para especies carnívoras como la lubina europea. Como concluyen los autores: “La mezcla de harinas de insecto puede ser una fuente proteica adecuada para juveniles de lubina, además de ofrecer beneficios funcionales.”