INVESTIGACIÓN

Una revisión científica analiza a fondo el papel de las bacterias probióticas en el cultivo de langostinos

Las cepas de bacterias del género Bacillus han mostrado ser una herramienta efectiva para la mejora productiva de las distintas especies de langostinos

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México 19/01/2021 - Las bacterias del género Bacillus tienen un alto interés como probióticos en acuicultura por su alta capacidad para generar enzimas y ser fuente de proteína antibiótica natural. Es por esto que en los últimos años se han convertido en una herramienta más con la que cuenta los productores para mantener a raya a los microbios patógenos, al tiempo que también ofrecen beneficios en términos de digestibilidad y, por tanto, crecimiento, inmunidad, y resistencia a enfermedades.

A nivel científico, estudios recientes han mostrado la capacidad de estos bacilos como potentes agentes antivirus en acuicultura y se han probado en condiciones de laboratorio a pequeña escala, por lo que todavía son necesarios más estudios de campo y de laboratorio específicos que garanticen la salubridad y su potencial en cada una de las especies de peces y crustáceos.

En el caso de los langostinos, una de las especies de crustáceos más producidas en el mundo, la aplicación de probióticos se encuentra en la tecnología más prometedora para mejorar la alimentación y controlar la proliferación de patógenos, lo que se traduce en mayor sostenibilidad y rentabilidad de este cultivo granjero.

Una revisión científica de Jorge Olmos Soto, del Departamento de Biotecnología Marina del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, en Mexico, analiza todos los aspectos de los bacilos probióticos en el cultivo de langostinos para mejorar la ingesta de alimento, modulación de la microbiota intestinal y control de patógenos.

En la revisión se tienen en cuenta las especies de bacilos utilizados y cómo actúan en la mejora de la digestibilidad de macronutrientes de origen vegetal como los carbohidratos, las proteínas y los lípidos de difícil asimilación en langostinos; además, el empleo de estos bacilos confiere un efecto remediador del agua de cultivo por la presencia de alimento no consumido y que puede convertirse en una fuente importante para el desarrollo de patógenos oportunistas.

Gracias a la inclusión de probióticos se consigue sustituir la harina y el aceite de pescado por harina de soja, mejorando los costes y obteniendo, a cambio, buenos resultados de rendimiento, de supervivencia, índice de conversión alimentaria y tolerancia al estrés. Dentro de los bacilos más adecuados para conseguir estos resultados destacan los de la especie B. subtilis.

Otra especie que ha mostrado buenos resultados es la especie B. coagulans utilizada en alimentos para langostinos (Litopenaeus vannamei).

La revisión también analiza el papel de las cepas probióticas de Bacillus en la modulación de la microbiota intestinal y el control de patógenos.

Referencia:
Olmos Soto, J. Feed intake improvement, gut microbiota modulation and pathogens control by using Bacillus species in shrimp aquaculture. World J Microbiol Biotechnol 37, 28 (2021). https://doi-org.bibezproxy.uca.es/10.1007/s11274-020-02987-z

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