Cualquier materia prima que se incluya en la dieta de un pez debe cumplir con ciertos requisitos. Además de los aportes de aminoácidos y lípidos esenciales, entre otros, una buena digestibilidad, la palatabilidad y la utilización e interferencia de estos nutrientes.
La dorada (Sparus aurata) es una de las especies más estudiadas por la academia por su importancia económica en el Mediterráneo. La fuerte competencia que existe entre los distintos productores hace que éstos busquen en todo momento la reducción de costes. El alimento representa entre el 45 y el 70% de estos costes de producción y, por tanto, cualquier mejora en este asunto es prioritario.
En línea con este objetivo, cualquier reducción del contenido de harina y aceite de pescado por materias primas alternativas de menor coste, sin que se vea la perjudicado ni el rendimiento del crecimiento ni la salud y bienestar de las doradas debe ser una prioridad.
Sobre la base de que la harina y el aceite de pescado es el ideal nutricional, el resto de materias primas tienen efectos secundarios sobre los peces que varía según la especie, el origen de los ingredientes, el nivel de sustitución y la edad del pez.
Con objeto de aclarar todos los aspectos que influyen en el desarrollo de dietas óptimas para dorada, investigadoras del Consejo Nacional de Investigación del Instituto de Recursos Biológicos Marinos y Biotecnologías (CNR-IRBIM) de Messiina, Italia han publicado en Aquaculture Research una revisión sobre materias primas alternativas para la especie.
Para cumplir con el propósito, la información aportada en la revisión se puede usar para evaluar los efectos del uso de fuentes alternativas en dorada y como una herramienta para el ajuste de nuevas dietas.
En la revisión se analizan los perfiles de amino ácidos de las distintas fuentes y como afectan al bienestar y la salud del sistema digestivo. En el caso de los ingredientes de origen vegetal, a pesar de la buena funcionalidad que aportan, tienen como puntos débiles el alto contenido de carbohidratos, la deficiencia de ciertos aminoácidos esenciales, mala palatabilidad y presencia de factores antinutricionales.
Estos ingredientes vegetales mejoran su rendimiento después de recibir un proceso de fermentación. También se optimizan con la inclusión de aditivos.
Otra materia prima interesante es la proteína animal procesada (PATs) ya que permite sustituciones de hasta 50% de la harina de pescado sin efectos negativos en el crecimiento, la digestibilidad o la palatabilidad. Dentro de esta categoría se encuentran las harinas de sangre, la de carne y huesos, plumas y de subproductos acuícolas. En los últimos años, dentro de esta categoría se incluyen también los insectos.
Al respecto de los aditivos, en la revisión destacan las propiedades inmunitarias, antibióticas, antimicrobianas y antioxidantes. Estos también son agentes de control del pH y enzimas.
Referencia:
Porcino, N., & Genovese, L. (2022). Review on alternative meals for gilthead seabream, Sparus aurata. Aquaculture Research, 00, 1– 37. https://doi.org/10.1111/are.15770