La tilapia, una de las especies piscícolas más producidas en el mundo, enfrenta una amenaza invisible: el Virus del Lago Tilapia (TiLV). Mientras los científicos avanzan en su comprensión de este patógeno, todavía existen muchas incógnitas por resolver.
Desde que se detectó por primera vez la enfermedad y la infección por el Virus de la Tilapia en 2014, la comunidad científica ha trabajado incansablemente para descifrar cómo responde el sistema inmunológico del pez a este intruso.
Llegar a entender cómo el virus logra entrar y "quedarse" en la tilapia es uno de los mayores enigmas que todavía desafían a los científicos. Aunque uno podría pensar que una vez que el pez desarrolla anticuerpos, estaría protegido, el TiLV parece tener nuevos trucos para seguir causando daño en los peces. Algunos descubrimientos apuntan a que este virus puede quedarse “acechando” en el cerebro del pez hasta por tres meses, algo que ha dejado perplejos a los expertos.
Y aunque, tristemente, muchos peces no sobreviven a esta infección, hay algunos que sí lo hacen. Esto nos plantea una pregunta fascinante: ¿tienen estos peces supervivientes algún mecanismo especial de defensa?
Otra curiosidad es que el TiLV raramente actúa solo. A menudo se encuentra en compañía de otros patógenos, como bacterias, parásitos y, en ocasiones, otro virus llamado parvovirus de tilapia (TiPV). Esto plantea una teoría: ¿podría el TiLV estar "abriendo las puertas" a estas otras infecciones?
Entender cómo reacciona la tilapia al TiLV es crucial para proteger la acuicultura y garantizar que este pescado continúe siendo una fuente alimentaria sustentable. Por ahora, la investigación continúa, y cada descubrimiento nos acerca un paso más a desentrañar este misterio acuático.
Para mejorar la comprensión sobre este virus, un equipo de investigadores ha publicado en Frontiers in Immunology una revisión científica enfocada a exponer qué sabe y lo que queda por descubrirse respecto a esta enfermedad que diezma las producciones de tilapia.
Por ejemplo, como explican, aún no se sabe con precisión cuáles son las células específicas que conforman la primera línea de defensa del pez contra el TiLV. Además, el virus parece tener la capacidad de "burlar" y debilitar al sistema inmunológico del anfitrión, permitiéndole establecer su infección. Sin embargo, los mecanismos exactos que utiliza para lograr esta hazaña siguen indescifrados.
Un aspecto igualmente intrigante es el repertorio completo de anticuerpos que el pez produce en respuesta a la infección por TiLV. ¿Cuáles son? ¿Y cómo funcionan? Además, todavía nos preguntamos cómo el virus consigue acceder al sistema nervioso central del pez y cuáles células cerebrales son su principal objetivo.
Otro descubrimiento interesante fue cuando se encontró el virus en el intestino del pez, lo que hizo pensar en la posibilidad de que el virus presente sus antígenos en esta región. Esto es relevante porque podría mejorar significativamente la comprensión sobre cómo se desarrolla la respuesta inmunológica adaptativa, tanto celular como humoral, en el intestino. Y este podría ser uno de los principales puntos de entrada del virus.
Se ha observado que, en algunas variedades de tilapia, la resistencia a la enfermedad causada por TiLV se relaciona con una menor presencia del virus en el tejido rico en mucosas de las branquias. Además, se ha visto que las respuestas aceleradas en la mucosa podrían estar vinculadas con esta baja presencia del virus en variedades de tilapia resistentes al TiLV. Por tanto, es crucial profundizar en el papel que juega la inmunidad mucosa en el control de la infección por este virus.
Por otro lado, se ha notado una reducción general de la actividad de genes relacionados con el metabolismo celular durante la infección por este virus. Es fundamental, añaden, investigar las repercusiones que esto podría tener en el perfil inmunológico de la tilapia durante la infección.
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