JÓVENES INVESTIGADORAS Aquaculture Europe 2025 - Valencia

Alice Gasperini (IATS-CSIC) explica cómo el estudio de diez genes refleja la vida y el bienestar de una dorada

Valencia, 10/10/2025 | Frente a métodos puntuales, esta metodología permite establecer el estilo de vida de un pez durante un periodo completo de cultivo

alice-gasperini-iats-csic-ae25val-mispecesAlice Gasperini - IATS-CSIC - durante AE25VAL | @misPeces

La edad biológica, un concepto ampliamente utilizado en medicina humana para evaluar la salud y el envejecimiento, podría convertirse en una herramienta de gran valor para medir el bienestar de los peces en acuicultura. Así lo propone Alice Gasperini, investigadora del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS-CSIC), cuyo trabajo fue finalista del Student Spotlight Award en la conferencia Aquaculture Europe 2025, celebrada en Valencia.

En humanos, la edad biológica mide la diferencia entre la edad cronológica —los años vividos— y el estado fisiológico real del organismo. Factores como el estrés, la dieta o las condiciones ambientales pueden acelerar o ralentizar el envejecimiento celular. Gasperini considera que este mismo principio puede aplicarse a los peces de cultivo, ofreciendo una visión más completa sobre cómo las condiciones de cría afectan su desarrollo y bienestar a lo largo del tiempo. “La edad biológica recoge más o menos todo lo que ha pasado el pez durante su vida”, explica. “No es solo qué te pasa hoy, sino qué te ha pasado durante toda tu vida”.

El bienestar animal en acuicultura sigue siendo un reto científico y técnico. “A día de hoy no hay una correcta ni equivocada manera de medir el bienestar; no hay reglas escritas”, señala la investigadora. Los indicadores tradicionales, como el cortisol o el comportamiento, ofrecen solo una imagen puntual del estado del pez. Frente a ellos, la edad biológica permite una evaluación integradora, capaz de reflejar los efectos acumulativos del entorno, la alimentación o la densidad de población.

Diez genes que cuentan la historia vital de un pez

Doradas grandes (Sparus aurata)Doradas grandes (Sparus aurata) |@misPeces

La propuesta de Gasperini se apoya en un estudio previo desarrollado por investigadores del IATS-CSIC*, que identificaron diez genes candidatos implicados en procesos clave del envejecimiento celular, como la senescencia, la reparación del ADN, la respuesta al estrés oxidativo y el metabolismo energético. En ese trabajo, el músculo esquelético blanco se determinó como el tejido más sensible para medir la edad biológica, ya que mostró cambios significativos en la expresión de esos genes, a diferencia del hígado.

A partir de esa base, Gasperini y su equipo validaron la utilidad de los genes como biomarcadores de bienestar a través de cuatro ensayos experimentales con doradas (Sparus aurata). En uno de ellos, los peces fueron expuestos a condiciones de estrés —alta densidad y bajo oxígeno—, mientras que en los otros tres se aplicaron dietas funcionales enriquecidas con un emulsificante lipídico, un hidrolizado de sangre de cerdo y microalgas (Nannochloropsis oceanica) obtenidas a partir de residuos cerveceros.

Los resultados demostraron que los diez genes respondieron al menos una vez a las distintas condiciones, confirmando su sensibilidad a factores ambientales y nutricionales. “Gracias a estas cuatro pruebas vimos que todos los genes cambian al menos una vez, así que todos funcionan. Los diez genes que habíamos propuesto se han validado y funcionan para medir el bienestar, la edad biológica”, resume Gasperini.

Un paso hacia herramientas aplicables en granja

Alice Gasperini durante su presentación en AE25VAL

El método, que actualmente requiere muestras invasivas de músculo y sacrificio de los peces, está evolucionando hacia enfoques no letales, aplicables directamente en las granjas. “Estamos intentando llevar lo que es difícil y complicado, y que necesita el apoyo de un laboratorio, a algo más simple y que pueda hacer cualquiera. Por ejemplo, en vez del músculo podríamos hacerlo en sangre, así no necesitas matar al pez”, explica.

Además, el equipo trabaja en integrar la edad biológica con otros parámetros, como la microbiota y el comportamiento, para construir una medida más completa del bienestar. “Proponemos juntar la edad biológica con microbiota y estudios de comportamiento. Si conseguimos combinar sus resultados, realmente puedes tener un bienestar medido y estar seguro del resultado”, añade la investigadora.

El estudio, que combina enfoques transcripcionales y epigenéticos, confirma el potencial de estos diez genes como biomarcadores versátiles de la edad biológica en doradas. Los autores sugieren que el método podría adaptarse a otras especies de interés comercial, como lubina o salmón, y que su uso permitiría comparar el bienestar entre sistemas de producción o validar estrategias nutricionales orientadas a un envejecimiento fisiológico más saludable.

La investigación, financiada por los proyectos THINKINAZUL/2021/024, BreamHOLOBIONT (PID2023-146990OB-I00) y MCIN NextGenerationEU (PRTR-C17.I1), representa una nueva línea de trabajo que conecta la biología molecular con las necesidades reales de la producción acuícola. Su aplicación práctica podría servir de base para futuros sistemas de certificación del bienestar animal basados en evidencia científica.

En palabras de Gasperini, se trata de “un paso hacia una acuicultura que entienda al pez no solo en el presente, sino como el resultado de toda su historia vital”.

*Estudio relacionado y referencia científica

Belenguer, Á.; Naya-Català, F.; Calduch-Giner, J.À.; Pérez-Sánchez, J. Exploring Multifunctional Markers of Biological Age in Farmed Gilthead Sea Bream (Sparus aurata): A Transcriptomic and Epigenetic Interplay for an Improved Fish Welfare Assessment Approach. Int. J. Mol. Sci. 2024, 25, 9836. https://doi.org/10.3390/ijms25189836 

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