
Debido a la continua presión y competencia por el espacio costero y las dificultades para encontrar zonas idóneas para la acuicultura, los piscicultores de todo el mundo están echando mano de la innovación para seguir aumentando la producción de pescado.
Las opciones pasan por ir mar a dentro o llevar la producción a tierra en instalaciones en recirculación bajo techo. Se tratan de opciones que requieren de una mayor inversión de capital mas a largo plazo. Además, cada sistema compite por garantizar unos mínimos de bienestar animal, seguridad alimentaria y proximidad a los mercados.
Además, requiere reclutar para el sector talento que tendrá que venir de campos tan diversos como de la ingeniería marina y de estructuras, ingenieros navales, científicos, expertos en sistemas de energía renovable y centros tecnológicos capaces de acompañar durante el proceso de aprendizaje para resolver los retos y problemas que vayan surgiendo.
Así, por tanto, y a priori, cada una de las opciones puede ser válida, no estando exentas de dificultades, aunque también de ventajas, las cuales serán expuestas a continuación.
Granjas en mar abierto semi-sumergibles y sumergidas

Las pérdidas sufridas por los productores españoles de dorada y lubina en granjas en el mar a finales de 2019 e inicio de este año por el paso de la borrasca Gloria han puesto de manifiesto la necesaria maduración de la tecnología.
El Cambio Climático hará que este tipo de episodios sean cada vez mas frecuentes y mas violentos, lo que requerirá de diseños mas resistentes o innovaciones tecnológicas adaptadas a estas circunstancias. Una de las alternativas que ya se está probando en zonas donde son frecuentes los huracanes es la de viveros sumergibles, que no sumergidas, aunque también se barajan como opción.
Como toda innovación, requiere de inversión, sin embargo, las ventajas esperadas están relacionadas con mayores beneficios ambientales, una mayor posibilidad de alejar los sistemas de la costa, un agua de mayor calidad y temperatura constante y periodos de cultivo mas largos.
Estas instalaciones semi-sumergibles pueden ser de dos tipos, semirígidas o rígidas. Mientras las primeras son estructuras ligeras y sencillas de montar con un reducido riesgo a producir daños en los peces, tienen como principales desventajas los periodos en los que no se pueden alimentar los peces y la necesidad de anclajes viables y confiables. Además, al ser sistemas todavía poco probados, no se sabe mucho de cómo será el bienestar de los peces cuando se vean modificadas las condiciones de cultivo.
La otra opción pasa por granjas semi-sumergibles rígidas, fabricadas normalmente con estructuras de armazón de acero, tienen capacidad para subir y bajar en función de unos sistemas de lastres. Entre las ventajas de estas estructuras están la posibilidad de incorporarle sistemas de alimentación autónomos, grúas para pescas, sistema de vigilancia y tienen una vida útil mas larga.
Al ser estructuras rígidas no se deforma el volumen de cultivo y el bienestar de los peces está menos comprometido.
Pero como todo en esta vida, también presenta desventajas que pasan por el alto coste de la inversión debido a que son obras de ingeniería complejas que requieren de ser manufacturadas en astilleros adecuados para garantizar la seguridad de las operaciones en alta mar.
Para su mejor monitorización se podrá hacer uso de sensores y seguimiento de imágenes por satélite.
Sistemas de Recirculación en Acuicultura

Los Sistemas de Recirculación en Acuicultura son una de las innovaciones disruptivas que mejor y más rápidamente están captando la atención de inversores atraídos con la idea de llevar las granjas a donde están los consumidores.
Estos sistemas tienen la gran ventaja requerir bajas tasas de renovación del agua y un uso limitado del espacio, un alto control de lo que sucede en la granja, el mejor aprovechamiento del alimento y de los nutrientes, la posibilidad de acoplar otros niveles tróficos productivos y la posibilidad de tener un entorno de cultivo estable y predecible.
Sin embargo, no deja de ser una tecnología novedosa que todavía tendrá que seguir evolucionando hasta llegar a una fase mas madura. Además, hace un uso intenso de energía lo que en algún momento puede comprometer la justificación de sostenibilidad o de reducir las emisiones de dióxido de carbono por el menor transporte requerido de llevar los peces a la mesa.
En los próximos años veremos nuevos desarrollos relacionados con el procesado del agua, el tratamiento de los gases y la eliminación de los compuestos nitrogenados y el equilibrio microbiológico del sistema.
Algunas granjas bajo techo que todavía operan en régimen abierto irán adaptándose a los nuevos sistemas tanto por un sentido práctico para el productor como por las exigencias de la normativa. Además, los nuevos sistemas de producción de energía renovable y limpia deberán ir implementándose en este tipo de instalaciones.
La gran diversidad de sistemas todavía en producción es una muestra de que la tecnología todavía tiene que jugar un papel importante en el proceso de maduración del sector acuícola, principalmente en cuestiones de piscicultura.