FORMACIÓN

Descifrando el lenguaje de la mucosa de los peces para mejorar su salud y bienestar

El estudio de la mucosa de los peces permite conocer mucha información sobre el estado de salud de los peces de una forma no invasiva, lo cual mejora el bienestar de los peces

Doradas en viveros flotantesDoradas | E. Meseguer

La mucosa de los peces es una capa protectora que cubre la piel y las branquias y es esencial para la salud y supervivencia, interviniendo en la lubricación y regulación del intercambio de agua y los iones.

La composición de esta primera barrera protectora de los peces es principalmente mucopolisacáridos, glicoproteínas, proteínas, lípidos y enzimas. Además, también pueden contener células inmunitarias y microorganismos que juegan un papel importante en la defensa contra patógenos. La composición exacta de esta mucosa va a depender de la especie, la edad del pez y los factores ambientales del entorno.

La información sobre la mucosa de los peces puede ser útil para mejorar la gestión de la acuicultura y la conservación de las especies de peces amenazadas. Conocer los componentes de la mucosa y cómo estos varían en función de los distintos factores que afectan a los peces puede ayudar a los productores a implementar prácticas de manejo, o el desarrollo de estrategias de alimentación que ayuden a mejorar el sistema inmunológico, entre otras.

Teniendo en cuenta que la mucosa es la primera barrera defensiva de los peces, su composición, y la modulación de esta, puede también dar pistas para la detección temprana de enfermedades.

En lo concerniente a la conservación de especies, la información que proporciona puede servir para la planificación de programas de conservación y restauración de hábitats adecuados para la supervivencia de los ejemplares.

Conocer la composición de la mucosa para prevenir

Doradas muestreo

Los peces pueden modificar la composición de su mucosa como medida de adaptación a una amplia variedad de factores ambientales y biológicos. Entre otros, la temperatura, la alimentación, las infecciones, o la exposición a la radiación.

Se sabe que ciertos ingredientes de la alimentación pueden ayudar a un buen estado de salud de la mucosa, por ejemplo, los omega-3 permiten mejorar la salud y disminuir la susceptibilidad a ciertas infecciones. También existen determinados péptidos antimicrobianos, inmunoglobulinas y mucinas que pueden tener efectos positivos en la mucosa. Además, antioxidantes como la vitamina C, E y carotenoides también pueden ayudar a mantener la salud de la mucosa al protegerla del estrés oxidativo y la inflamación.

Los peces también pueden producir más mucosa en respuesta a infecciones bacterianas, fúngicas y parasitarias con objeto de reducir la capacidad de propagación de estos. Sin embargo, una producción excesiva de mucosa también puede ser perjudicial para los peces ya que puede obstruir las branquias y reducir la capacidad de respiración, así como afectar la absorción de nutrientes en el tracto digestivo.

¿Cómo se estudia la composición de la mucosa?

Algunas proteínas se utilizan como biomarcadores para identificar patrones de estrés. El moco también contiene varias proteínas con actividad enzimática defensiva, como lisozina y varias isomorfas de esterasas, proteasas y antiproteasas, entre otras con capacidad antimicrobiana y antiparasitaria.

La investigación ha llevado a desarrollar varias herramientas que se pueden utilizar para analizar la mucosa de los peces de forma no invasiva, precisa y eficaz, reduciendo el impacto sobre el pez. Algunas de estas se pueden utilizar de forma aislada o combinada y son la microscopía, espectroscopía, el muestreo no invasivo a través de hisotipado, y el análisis genético a través de PCRs.

Otras técnicas implican la recogida de la mucosa liberada de manera natural por los peces en el agua. También se pueden utilizar técnicas de imagenología no invasiva, como la microscopía confocal o la tomografía de coherencia óptica, para analizar la mucosa sin necesidad de extraerla.

El conocimiento de la composición y variación del moco en los peces ayudará en el futuro a establecer biomarcadores y desarrollar mejores prácticas para su recolección y uso para monitorizar el estado de los peces tanto en estudios "internos" como de campo.

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