FINANCIACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA

El papel del capital de riesgo en la transformación del sector acuícola

Capital riesgo

A medida que la industria acuícola sigue expandiéndose para satisfacer la creciente demanda de productos del mar —impulsada por una población mundial que se espera supere los 9.000 millones de personas en 2050— el papel del capital de riesgo en este crecimiento se vuelve cada vez más determinante

Una industria que todavía para poder seguir creciendo enfrenta importantes desafíos relacionados con los brotes de enfermedades que pueden devastar las poblaciones de peces, ineficiencias en el uso de recursos, como altas tasas de conversión de alimento (FCR), minimización del impacto ambiental y la necesidad urgente de fuentes de ingredientes alternativos y sostenibles.

Abordar estos retos requiere soluciones innovadoras, como sistemas avanzados de cultivo como la recirculación acuícola (RAS, por sus siglas en inglés); piensos sostenibles que incorporen proteínas a base de insectos o algas; tecnologías para la gestión de enfermedades, incluidas vacunas y diagnósticos impulsados por inteligencia artificial (IA); y herramientas digitales para optimizar las operaciones de las granjas mediante el monitoreo y análisis en tiempo real. Muchas de estas soluciones están siendo desarrolladas por startups y pequeñas y medianas empresas (pymes) que trabajan con tecnologías de vanguardia, incluyendo IA, biotecnología e Internet de las cosas (IoT), entre otras. Estas empresas suelen depender del capital de riesgo para llevar sus ideas al mercado.

Entre otros fondos de capital riesgo específicos de la acuicultura están Aqua-Spark, que se centra en iniciativas sostenibles en etapas iniciales a nivel mundial; Hatch Blue, que mentoriza startups que están revolucionando la cadena de valor de los productos del mar; y 8F Aquaculture Fund, especializado en el cultivo de salmón en tierra a gran escala en regiones como Japón y Europa.

A nivel de la Unión Europea también encontramos fondos de capital riesgo como Blue Horizon, con sede en Suiza, que apoya proyectos de alimentos sostenibles y acuicultura, y el European Circular Bioeconomy Fund (ECBF), que invierte en empresas innovadoras dentro de la bioeconomía, incluyendo soluciones para la acuicultura. Estos fondos no solo aportan capital, sino también mentoría, experiencia en la industria y acceso a redes globales.

Los “riesgos” potenciales del capital de riesgo en la acuicultura

Aunque el capital de riesgo ofrece importantes oportunidades para la innovación, no está exento de “riesgos”. Una es la presión sobre las startups para ofrecer rendimientos rápidos, lo que podría priorizar la rentabilidad a corto plazo sobre la sostenibilidad a largo plazo. Esto puede llevar a compromisos en los estándares ambientales o éticos. Además, los capitalistas de riesgo suelen requerir una participación significativa a cambio de financiación, lo que puede diluir el control de los fundadores sobre sus empresas.

Otro posible riesgo es el enfoque en mercados de alto crecimiento, que podría dejar iniciativas más pequeñas y menos rentables, pero igualmente impactantes, sin financiación suficiente. Además, la dependencia del capital riesgo puede llevar a una concentración de influencia, donde unos pocos grandes inversores determinen la dirección de la industria acuícola, dejando de lado a actores más pequeños y enfoques diversos.

Cómo acercarse a los fondos de capital de riesgo

Para los emprendedores que buscan financiación, establecer el enfoque adecuado es clave. Es esencial establecer redes estratégicas asistiendo a eventos de la industria, conferencias y utilizando conexiones personales para conocer a inversores con interés probado en la acuicultura y la sostenibilidad.

Comprender los criterios de inversión y el portafolio del fondo de capital de riesgo objetivo es fundamental. Por ejemplo, la mayoría de los fondos de capital de riesgo centrados en la acuicultura priorizan la escalabilidad, la sostenibilidad y las tecnologías que ofrecen beneficios ambientales y financieros claros. Alinear tu empresa con estas prioridades mejora significativamente las posibilidades de obtener financiación.

Una idea es tan fuerte como su ejecución, y los emprendedores deben estar abiertos a recibir comentarios para perfeccionar su presentación y estrategia. Incluso si un fondo de capital de riesgo decide no invertir inicialmente, sus perspectivas pueden orientar mejoras y abrir puertas para futuras oportunidades.

Adam Grant señala que cada idea es una hipótesis, no un hecho, y debemos ponerla a prueba. En lugar de proteger nuestras ideas como objetos preciosos, debemos tratarlas como experimentos científicos. A veces, incluso las mejores ideas no sobreviven a las preguntas y desafíos, y esas no son las ideas correctas. Cuando es momento de replantearse y volver a intentar, es buena práctica reflexionar, probar y cuestionar.

En última instancia, es importante destacar que el capital de riesgo no solo está financiando el futuro de la acuicultura; lo está moldeando activamente al impulsar la adopción de prácticas sostenibles, fomentar la innovación en técnicas de producción y garantizar la gestión ambiental a largo plazo. Al empoderar a los innovadores, abordar desafíos críticos y defender la sostenibilidad, el capital de riesgo está garantizando que la acuicultura pueda satisfacer las demandas de un mundo en crecimiento mientras protege el planeta para las generaciones venideras.

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