
Durante los últimos 30 años la producción acuícola de Perú ha incrementado 34 veces su valor hasta alcanzar una producción anual que supera las 135.000 toneladas (PRODUCE, 2018). Esto es así gracias a la existencia de un marco normativo para la acuicultura similar al que tienen las agroexplotaciones.
El desarrollo acuícola en Perú se sustenta sobre tres grandes pilares como son la innovación, la seguridad jurídica y la existencia de programas públicos de transferencia de tecnología y conocimiento a las comunidades locales, y su producción ha estado basada en sistemas extensivos de cría de langostino tropical (Litopenaeus vannamei), concha de abanico (Argopecten purpuratus) y trucha (Oncorhynchus mykiss), no siendo tan común la producción de otras especies introducidas como la tilapia (Oreochromis sp) o los peces amazónicos.
En los próximos años se espera que la aplicación de nuevas tecnologías como los Sistemas de Recirculación para la Acuicultura (RAS), que posibilitan la producción intensiva en un espacio reducido y con un consumo de agua mínimo ‒un bien paradójicamente escaso en la cuenca amazónica‒, propicien la expansión del sector en Perú.
Actualmente, estas tecnologías se utilizan únicamente en centros de investigación. Con el objetivo de fomentar su integración, compañías como everis están trabajando con instituciones nacionales como el Instituto Tecnológico de la Producción de Perú (ITP) para llevar estos sistemas a las empresas acuícolas. Su incorporación supone, especialmente en la cuenca amazónica, una fuente de generación de riqueza económica que no depende de la tala de árboles de la selva, uno de los principales desafíos en materia de sostenibilidad a los que se enfrenta el país.
Además, la producción de peces en tierra destaca por tener un impacto mucho menor en términos de emisión de gases de efecto invernadero que las granjas de ganadería terrestre y los cultivos agrícolas que predominan, al tiempo que permite garantizar la seguridad alimentaria al evitar la contaminación por los metales pesados de la minería gracias a la tecnología de filtrado y tratamiento de agua.
Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITE) Acuícola de Ahuashiyacu

Para fomentar el desarrollo y mejora de la competitividad de las MIPYME vinculadas a las actividades productivas que contribuyan a la soberanía alimentaria y permitan que los habitantes de estas regiones puedan mejorar sus condiciones económicas, las autoridades han puesto en marcha en la región de San Martín el Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITE) Acuícola de Ahuashiyacu.
Perteneciente al ITP, el CITE de Ahuashiyacu acaba de poner en funcionamiento sus nuevas instalaciones tras un ambicioso proyecto de modernización liderado por everis. De este modo se ha convertido en un centro de referencia en formación, investigación, desarrollo, innovación y transferencia tecnológica en acuicultura de especies amazónicas como el paiche (Arapaima gigas), la gamitana (Colossoma macropomum), el paco (Piaractus brachypomus) y la tilapia (Oreochromis sp.), entre otras.
El proyecto desarrollado por everis ha tenido como objetivo dotar a la infraestructura de las últimas tecnologías disponibles en el sector. La compañía ha suministrado e instalado en la planta catorce Sistemas de Recirculación para Acuicultura (RAS) que van a permitir trabajar en proyectos de investigación y desarrollo con distintas especies tropicales y amazónicas, desde la reproducción e incubación hasta la producción y engorde de alevines.
Dichos sistemas tecnológicos, que permiten construir diferentes soluciones RAS en función de los requisitos biológicos y las necesidades de cada especie, incluyen una combinación de filtros (mecánicos, UV, microfiltos, biofiltros) y sensores de temperatura y oxígeno que garantizan la seguridad de los peces al tiempo que recrean unas condiciones óptimas que favorecen la prolongación del periodo productivo durante todo el año. Esto permite planificar la producción y tener un control completo de la misma, lo que garantiza unas ratios de crecimiento óptimos.
Además, el equipo de everis ha equipado la instalación con espacios para la producción de alimento vivo (algas, rotíferos, copépodos y artemia) que permitirán alimentar a los peces en los primeros estadios. Asimismo, se ha encargado también de la formación de quince técnicos en la gestión y operación de la planta.
El CITE Acuícola de Ahuashiyacu y su papel en el desarrollo de la acuicultura
El objetivo del centro es apoyar las acciones de transferencia tecnológica, capacitación y asistencia técnica a las unidades de negocios de acuicultura para la adopción de nuevas tecnologías con el fin de aumentar su competitividad, capacidad de innovación y desarrollo de productos. Las nuevas instalaciones permitirán al CITE de Ahuashiyacu seguir avanzando en la consecución de estos objetivos, así como mejorar en la labor de formación que realiza, de la que se beneficiarán más de 2.000 acuicultores.
Además, el CITE actuará como un socio estratégico de los empresarios acuícolas, ayudándoles en la formulación y acompañamiento en proyectos de innovación en acuicultura mediante la adopción de tendencias tecnológicas de alto impacto a nivel mundial, como los sistemas RAS y BIOFLOC, lo que generará mayor valor en la cadena productiva acuícola y mejorará la oferta, productividad y calidad de sus productos tanto para el mercado nacional como el externo.
Para poder cumplir todos estos objetivos el CITE viene apalancado 1.707.977$ (6.289.520 soles) en la financiación de 22 proyectos de investigación, adopción de tecnología, extensión y fortalecimiento de capacidades orientadas al I+D+i en la región.