DIVULGACIÓN

La tecnología es la solución ecológica a la eficiencia en el uso de los recursos y la energía

No todos los sistemas de producción actuales como granjas en mar abierto, en tierra bajo techo o en estanques, asimilarán a la misma velocidad las tecnologías.

Artículo de divulgación de Alejandro Güelfo Fuentes

Msc. Periodismo y Comunicación Científica | Editor de misPeces
 @aguelfo

Granja de Acuicultura en Montenegro

Las tecnologías emergentes y disruptivas han sido, son y serán las únicas capaces de hacer a la acuicultura más eficiente en el uso de los recursos y la energía. Además, serán las herramientas que harán que los profesionales mejoren sus condiciones laborales y serán las que generen más y nuevas oportunidades de empleo para las próximas generaciones permitiendo acortar la grandísima brecha entre hombres y mujeres que trabajan en el sector.

Mientras en el campo los agricultores hace tiempo que han asumido que la tecnología es la única forma de poder seguir produciendo más y mejor, el ámbito acuícola todavía se ve envuelto por cierto halo de romanticismo. Quizá porque estemos ante la última frontera que le queda al ser humano por conquistar plenamente.

Los Sistemas de Recirculación en Acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés) son la punta de lanza de esta revolución azul que está por venir gracias a la incorporación de la entrada de fondos de inversión, capital riesgo y grandes inversores de otras industrias. Sin embargo, llamando a la puerta están la robótica, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), o los Sistemas Multitróficos que, a pesar de haber sido probados a pequeña escala, todavía deben dar el salto a la escala comercial.

Pero, si se quiere que siga entrando este tipo de capital en otros ámbitos de la acuicultura, se hace necesario reducir el alto grado de incertidumbre que todavía planea sobre ciertas innovaciones. Dependiendo del modelo de producción, estero, bajo techo, mar abierto, multitrófico, entre otros, la incorporación de la tecnología será más o menos rápida.

Al tratarse de un proceso complicado, que solo está a la mano de unos pocos expertos capaces de combinar diferentes tipos y cantidades de equipos, sensores y tratamientos de agua, la formación juega un papel fundamental en la futura incorporación de la innovación al sector.

A priori, también cabe pensar que habrá más oportunidades en las granjas pegadas a la costa o en la misma costa que los instalados en mar abierto, ya que la mayor parte de las innovaciones disruptivas que se proponen requieren de un voltaje de funcionamiento, interfaces de comunicación y modo de transmisión que todavía no han sido resueltos en medio del océano.

Será necesario, por tanto, equipos multidisciplinares de científicos, tecnólogos, ingenieros, desarrolladores de software y economistas trabajando mano con mano con los productores, principalmente con los pequeños, con el objetivo de que ninguno se quede al margen de esta revolución por falta de recursos para implantar un modelo altamente tecnológico.