La acuicultura tiene un impacto socio-económico muy significativo en la producción de alimentos. La práctica acuícola se ve como la solución para seguir alimentando un mundo en continuo crecimiento poblacional con unos recursos naturales limitados.
Este impresionante e imprescindible crecimiento se debe producir sin provocar nuevos problemas ambientales y sin que se produzcan desigualdades sociales entre países.
Analizando la acuicultura como una solución ecosistémica basada en la naturaleza, el proyecto Acuicultura, Comunidades Costeras y Conservación (AquaCoCo) busca identificar sinergias entre el desarrollo sostenible de las comunidades costeras, la acuicultura y la conservación marina y litoral. Lo que se busca es que acciones que se hagan vayan dirigidas a proteger, gestionar sosteniblemente y restaurar los ecosistemas naturales, y modificarlos de una forma que permita responder efectiva y adaptativamente los desafíos de la sociedad, para proveer de bienestar humano y beneficiar la biodiversidad.
El informe plantea prácticas acuícolas que pueden cumplir con los criterios de soluciones basadas en la naturaleza y que se asientan en nueve criterios globales. Este documento ofrece instrumentos para la evaluación de los servicios ecosistémicos y el grado de ingeniería ecológica como partes esenciales en el diseño y evaluación de soluciones basadas en la naturaleza.
El Enfoque Ecosistémico para la Acuicultura es uno de los temas predominantes en este contexto y que califica como “decepcionante en su implementación y expansión real” desde su lanzamiento hace 10 años.
El lanzamiento del estándar global de UICN puede ofrecer una nueva oportunidad para “revitalizar” el enfoque ecosistémico para la acuicultura y reducir las debilidades que se han reconocido.
El documento también pone ejemplos considerados como soluciones de la acuicultura basadas en la naturaleza y plantea la necesidad de establecer el papel de la ingeniería y la intervención humana todavía debatidos entre varios investigadores.
Según el informe, es difícil distinguir entre una solución que depende de los ecosistemas “naturales” y una solución que se basa en un sistema acuícola artificial, bien gestionado, pero desvinculado de la “naturalidad”.
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