Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), de la Universidad de Almería y la Universidad de Cádiz han desarrollado, en el marco del proyecto ALGADIET II, una nueva línea de piensos funcionales formulados con menor contenido de harina y aceite de pescado que fue sustituida por macro y microalgas, y la inclusión de probióticos a base de microorganismos.
Estos piensos, como señalan desde el IEO, están formulados “en base a los principios de sostenibilidad y protección del medioambiente”.
ALGADIET II, que ha contado con un presupuesto de 323 085,34 euros, de los que 242 314 euros han estado financiados a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico dentro del Programa pleamar, estuvo cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP). Este proyecto es la continuación de otros dos: ROBALU y ALGADIET, en el que se determinaron las cantidades y especies de macro y microalgas que permitían el cultivo de rodaballo.
El equipo científico de ALGADIET II llevó a cabo actividades como la evaluación in vivo del efecto de los piensos funcionales en el crecimiento, metabolismo y salud de alevines de rodaballo hasta su tamaño comercial; la evaluación de la calidad nutricional y aptitud para el consumo del producto final y la evaluación in vivo del efecto de los piensos enriquecidos con probióticos en el crecimiento, metabolismo y salud de los alevines de rodaballo.
Como señalan, el efecto in vivo de los piensos funcionales no fue diferente al de los obtenidos con el uso de un pienso comercial empleado en el engorde de rodaballo. Incluso, destacan, “existe una mejora en la respuesta metabólica ante retos de estrés que son habituales en la práctica acuícola”.
Por otra parte, en los resultados obtenidos de las evaluaciones nutricionales se observó diferencia en la cantidad de ácidos de la serie Omega-3 presente en los filetes obtenidos tras la alimentación con dietas con microalgas. Tras evaluar la influencia de las dietas en la conservación de los filetes de los rodaballos, se observaron diferencias significativas en la prolongación de la vida útil del producto de los filetes procedentes de dietas con microalgas.
En las pruebas de evaluación sensorial y discriminatoria no se vieron diferencias entre los filetes de cualquiera de las dietas.
Finalmente, evaluaron la adición de tres microorganismos probióticos en uno de los piensos que contenía microalgas. En la evaluación in vivo de estos piensos también se obtuvieron resultados similares a los obtenidos en la primera evaluación en lo referente a la composición de los filetes a nivel nutricional y, también, en el resto de los parámetros estudiados. Aunque estos últimos resultados deben ser tomados como preliminares ya que requieren de un estudio más profundo.
Estos resultados obtenidos en la ejecución del proyecto, señaló Alma Hernández Rojas, investigadora principal del proyecto en el Centro Oceanográfico de Gijón del IEO, “han sido evaluados muy positivos y con un alto potencial de aplicación en la industria acuícola marina por los grupos de investigación”.