
El Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA) en colaboración con el Centro Tecnológico de Acuicultura de Galicia (CETGA) ha desarrollado un nuevo tratamiento antifouling “novedoso y sostenible”, basado en una emulsión de resina epoxi en la que se han integrado nanopartículas de cobre a una concentración del 1%.
Este desarrollo tecnológico ha sido llevado a cabo en el marco del proyecto Foulactive, centrado en tratamientos para evitar las bioincrustaciones en los viveros flotantes de acuicultura marina.
Previamente a este desarrollo, los tecnólogos del proyecto llevaron a cabo la identificación de las causas que originan estas bioincrustaciones, analizando los diferentes tipos presentes, su periodicidad y las superficies donde se desarrollan. La revisión está recogida en el informe “Influencia del biofouling en la industria acuícola (viveros flotantes)”.
Siguiendo con el proyecto, se han recopilado los tratamientos antifouling, en base a la bibliografía disponible y a la información aportada por los fabricantes pero, sobre todo, señalan, “se ha tenido en cuenta las necesidades de los productores acuícolas”. En una primera aproximación de este estudio, añaden, se ha observado que el 85% de los antifouling analizados contienen biocidas químicos como principio activo, el 5% contienen biocidas orgánicos o biodegradables y, por último, un 10% de los tratamientos analizados combinan de ambos tipos de biocidas.
“Esta información se ha tomado como base para construir una matriz de doble entrada con la que se han evaluado los tratamientos en base a criterios biológicos, productivos y medioambientales, ofreciendo así una herramienta muy útil a la hora de seleccionar qué tratamiento es más adecuado según las características del entorno y las necesidades de los productores marinos. Además, se ha diseñado una base de datos con un total de 40 tratamientos antifouling que quedará a disposición de los productores acuícolas para consultar de manera fácil y rápida las características de estos productos”, detalla Sergio Aranda.
Pruebas para comprobar la eficacia del nuevo tratamiento antifouling

Para comprobar la eficacia de este nuevo tratamiento, los técnicos del proyecto están realizando un estudio de efectividad en base a criterios como la viabilidad técnica, la durabilidad y la mejora ambiental. Este estudio se está realizando en La Coruña y Cádiz simultáneamente.
La eficacia se va a comparar con dos tratamientos comerciales existentes: uno con un biocida químico y otro con un biocida orgánico. Estos biocidas han sido seleccionados aplicando “la matriz desarrollada para evaluar los tratamientos”, detalla Aranda.
Todos estos tratamientos han sido sumergidos en el agua por duplicado junto con una red control sin tratamiento. Permanecerán en el agua durante un periodo de 3 a 4 meses y se espera comprobar el efecto antifouling sobre los organismos incrustantes.
Durante el periodo de estudio se realizará un seguimiento fotográfico cada 15 días para comprobar la evolución de biofouling sobre las redes, además se tomarán datos de los parámetros que más influyen sobre el proceso de adhesión: temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, entre otros.
A finales de septiembre, las redes serán retiradas del agua y se contrastará la eficacia en base a dos criterios: el peso de la red debido a los organismos adheridos y la cobertura sobre la superficie, ya que son las características del biofouling que más problemas causan en los viveros flotantes.
Cabe recordar que FOULACTIVE es un proyecto de la convocatoria para el fomento e impulso de la sostenibilidad pesquera y acuícola en el marco del Programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) en 2020, con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Fundación Biodiversidad.