
La acuicultura italiana sigue siendo una columna vertebral del sector de los productos acuáticos del país, al contribuir con más del 40% de la producción nacional total (fuente, STECF, 24-14). En 2023, el sector generó alrededor de 140.000 toneladas, con un valor estimado entre 580 y 600 millones de euros, según el informe National Fisheries Profile of Italy: A detailed social analysis of the Italian fishing sector (Comisión Europea, 2025), elaborado por Maria Cozzolino y Rosa Federica Grassi.
El sector está equilibradamente dividido entre acuicultura marina y continental —con 80.000 toneladas procedentes de maricultura, y 60.000 toneladas provenientes de sistemas de agua dulce ubicados en las regiones del norte, como Véneto, Trentino-Alto Adigio, Lombardía y Piamonte. La trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) domina la producción de agua dulce con 55.000 toneladas, lo que representa el 39% del total nacional, seguida por la carpa, la tenca y el esturión, este último responsable del liderazgo italiano como primer productor europeo de caviar.
En el ámbito marino, la dorada (Sparus aurata), la lubina (Dicentrarchus labrax) y el mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) lideran el mercado, mientras que la anguila europea (Anguilla anguilla) y otras especies completan las 13.000 toneladas restantes.
El sector, pese al peso que está adquiriendo en los últimos años, se enfrenta a desafíos. Según Cozzolino, en declaraciones a misPeces, «la acuicultura italiana está hoy sometida a fuertes presiones debido al aumento de los costes de los piensos y la energía, la complejidad de los procedimientos administrativos y las limitaciones ambientales en las zonas costeras».
Una preocupación creciente —añade— es la rápida expansión del cangrejo azul (Callinectes sapidus), que ha afectado gravemente a la mitilicultura y a la producción de almejas, «sectores en los que Italia se sitúa entre los principales productores de la Unión Europea». Esta especie invasora no solo reduce las existencias, sino que también daña cuerdas, redes e infraestructuras.
En cuanto a la acuicultura de peces, las prioridades fundamentales son reducir los costes de alimentación mediante soluciones de economía circular y acelerar la transición hacia las energías renovables, con el fin de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.
Innovación y relanzamiento: la sostenibilidad como palanca de crecimiento
La innovación sigue siendo el eje del fortalecimiento de la resiliencia y la competitividad del sector. La creciente adopción de la acuicultura multitrófica integrada (IMTA), los sistemas de recirculación (RAS) y las certificaciones ecológicas demuestra un compromiso cada vez mayor con la eficiencia en el uso de los recursos y la responsabilidad ambiental.
Nuevas inversiones en la integración de la cadena de valor y en la colaboración entre productores e investigadores están impulsando la transición hacia modelos de economía circular. Además, la diversificación a través de la acuicultura multifuncional —que combina producción, turismo, educación y restauración ambiental— está emergiendo como una importante palanca de desarrollo, especialmente en las zonas costeras y rurales.
Prioridades estratégicas 2026-2030: resiliencia, competencias y fortaleza del mercado

De cara al periodo 2026–2030, Cozzolino subraya la necesidad de innovación tecnológica y soluciones de ingeniería para la acuicultura offshore e integrada, junto con el aprovechamiento y valorización de los subproductos de la pesca y del procesado, destinados a la producción de piensos e ingredientes funcionales de alto valor añadido.
El fortalecimiento de las competencias, la digitalización y la integración vertical dentro de las empresas serán elementos clave para mejorar la eficiencia y la diversificación de los productos. Al mismo tiempo, potenciar el posicionamiento en el mercado a través de la calidad, la trazabilidad y la construcción de marca contribuirá a consolidar la presencia de Italia tanto en el mercado interno como en el internacional.
Por último, Cozzolino destaca que la resiliencia frente al cambio climático y las amenazas biológicas, incluidas las especies invasoras, debe seguir siendo un pilar central para un desarrollo sostenible de la acuicultura.
Con una estructura empresarial fuertemente familiar, una creciente capacidad innovadora y un claro compromiso con la sostenibilidad, Italia se confirma como un referente europeo en la transformación acuícola, avanzando con decisión hacia una economía azul más equilibrada y competitiva.