APLICACIONES ALGAS

Investigadores del proyecto Seawines exploran el uso de algas en la viticultura sostenible

Jerez de la Frontera, 21/01/2025 | Los extractos obtenidos de estas algas se han aplicado tanto en condiciones de invernadero como de campo, siguiendo todo el proceso de elaboración del vino Tempranillo

Emma Cantos-Villar, proyecto SEAWINESEmma Cantos-Villar durante el estudio de Seawines | @misPeces

Investigadores del proyecto Seawines, financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, han abierto una interesante línea de estudio multidisciplinar y vanguardista para transformar la manera en que se integran los recursos marinos con el agro.

El equipo de investigadores de Seawines ha empleado específicamente extractos de macroalgas para sustituir fitosanitarios químicos tradicionales en el tratamiento de la vid, cada vez más limitados y cuestionados por la regulación de la Unión Europea, ofreciendo una solución más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Como explican en el proyecto Seawines, se ha puesto especial énfasis en la valorización de los polisacáridos presentes en las algas, Ulva ohnoi, comúnmente cultivada en aguas españolas, y Rugulopteryx okamurae, una especie invasora de origen asiático que ha sido introducida accidentalmente en el sur de la Península Ibérica, causando importantes perjuicios económicos al sector pesquero.

Los extractos obtenidos de estas algas se han aplicado tanto en condiciones de invernadero como de campo, siguiendo todo el proceso de elaboración del vino Tempranillo. Durante los estudios, se han analizado factores clave como la expresión de genes relacionados con la defensa al estrés, los compuestos polifenólicos, las hormonas vegetales endógenas, el desarrollo fisiológico de la vid, la actividad de enzimas del metabolismo oxidativo y la diversidad de las comunidades fúngicas y bacterianas asociadas a la planta.

Protección y resiliencia frente a enfermedades

La coordinadora de Seawines e investigadora de la UPV/EHU, Iratxe Zarranoindia, señala que los extractos utilizados han demostrado ser capaces de generar “protección en la planta activando defensas de genes relacionados con estrés, alterando el equilibrio hormonal, activando enzimas de la ruta metabólica y enriqueciendo la comunidad microbiana de la vid hacia perfiles más beneficiosos”. Estas acciones fortalecen la resistencia de la vid frente a enfermedades como el mildiu.

Emma Cantos-Villar, investigadora de IFAPA y también coordinadora de Seawines, indica que los estudios han determinado que el alga Rugulopteryx okamurae es rica en hierro y potasio, además de contener altas cantidades  de fucoidan y laminarina. “Estos oligosacáridos son los compuestos que buscamos enriquecer por su actividad antifúngica y bioestimulante”, explica Cantos-Villar.

Los resultados obtenidos permiten concluir que los extractos ayudan a las vides a hacer frente al estrés, tanto biótico como abiótico. En palabras de Cantos-Villar: “Queremos comprobar que estos efectos son reproducibles, no solo en la vid, sino también en otras variedades de cultivo”.

Economía azul al servicio de la viticultura

Iratxe Zarranoindia durante exposición resultados SEAWINESIratxe Zarranoindia durante exposición resultados SEAWINES

El aprovechamiento de la biomasa de Rugulopteryx okamurae no solo contribuye a la sostenibilidad de los viñedos, sino que también se alinea con los principios de la economía azul, al mitigar los efectos negativos de esta especie invasora en los ecosistemas marinos.

En los próximos pasos, el equipo de Seawines continuará investigando la bioactividad de los extractos frente a una amplia gama de desafíos agrícolas. Además, se buscará identificar las fracciones específicas responsables de los efectos observados, lo que podría abrir la puerta a nuevos desarrollos en otros cultivos más allá de la vid.

Este avance subraya la posibilidad de integrar ciencia, sostenibilidad y agricultura en una solución conjunta que beneficie tanto a los productores como al medio ambiente. Seawines podría convertirse en un ejemplo clave de cómo la innovación puede allanar el camino hacia una agricultura más ecológica y eficiente.

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