Las microalgas esconden un pequeño secreto para aquellos que superan los 55 años

La fucoxantina, un derivado de la microalga Phaeodactylum tricornutum, podría convertirse en el elixir de la memoria de aquellos que superan los 55 años de edad. Según un estudio epidemiológico con 43 pacientes de entre 55 a 75 años, la suplementación con este extracto mejoró los efectos del deterioro cognitivo asociado a la edad.

Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Texas A&M, en colaboración con la empresa francesa Microphyt, dividió los participantes del estudio en dos grupos: uno recibió un placebo, mientras que el otro consumió diariamente 8,8 miligramos de fucoxantina durante 12 semanas.

Los investigadores midieron diversos parámetros, desde la memoria y atención hasta la calidad del sueño y niveles de insulina, a través de pruebas cognitivas y análisis clínicos.

Los resultados arrojan luz sobre los beneficios potenciales de este suplemento. Aquellos que recibieron la fucoxantina mostraron mejorías significativas en la memoria, la atención y el tiempo de reacción, además de reportar un sueño más reparador y una mayor facilidad para despertarse. También se observaron indicios de mejora en la sensibilidad a la insulina, un marcador clave de salud metabólica.

La fucoxantina no solo cruza la barrera hematoencefálica, sino que además tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que parecen proteger las funciones cognitivas en el envejecimiento, explican los investigadores en su estudio.

A pesar de los hallazgos prometedores, los investigadores advierten que se necesitan más estudios para confirmar los resultados y entender mejor los mecanismos de acción. Sin embargo, el estudio plantea un horizonte esperanzador para quienes buscan soluciones naturales para frenar el declive cognitivo sin efectos adversos significativos.

Con un envejecimiento demográfico imparable, soluciones como esta podrían convertirse en un aliado clave para prolongar una vida activa y plena en la tercera edad. Por ahora, las microalgas vuelven a demostrar que el mar sigue siendo una fuente inagotable de recursos para la humanidad.