Poder identificar las preferencias de los consumidores sobre el pescado y marisco permite a los piscicultores diseñar mejor sus estrategias mejorar de producción, dirigir sus esfuerzos a los canales comerciales adecuados y, en definitiva, mejorar su rentabilidad y sostenibilidad.
Acertar con las preferencias de los consumidores y comunicar bien los atributos del producto puede representar recibir una prima de entre 1 y 2 euros más por kilogramo, dependiendo del país, la especie, el formato del producto y el método de producción.
Hasta ahora, los aspectos relacionados con los gustos de los consumidores se han abordado por parte de la academia de forma muy general, de manera escasa y a través de encuestas aisladas. Esto es debido al escaso interés que despierta en las ciencias sociales y la complejidad del asunto al interactuar con muchos factores.
Por eso, saber interpretar y entender los gustos de los consumidores de una forma científica es un desafío creciente que no se debe pasar por alto, más aún con la incorporación de nuevos ingredientes de origen circular en los piensos como las proteínas animales transformadas, los insectos, o los microbios.
Aun así parece claro por las encuestas que la disponibilidad de los consumidores a pagar más se relaciona con un producto local o nacional fresco, con etiqueta que haga referencia a la sostenibilidad, o a un método de producción relacionado con beneficios ambientales ya sea en espacios naturales, o por sistemas como los cultivos multitróficos, o relacionados con la cultura. Sin embargo, poco se sabe de cuánto está dispuesto a pagar el consumidor por adquirir un pescado y marisco con estos atributos.
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