NUEVOS ESTÁNDARES

QU.A.L.ITY: La Herramienta de la Unión Europea que Revolucionará el Cultivo de Algas

Bruselas, Bélgica, 23/01/2025 | El cultivo de algas es un cambio de paradigma en el Carbono Azul

Algas

En el camino hacia la neutralidad climática para 2050, la Unión Europea ha desarrollado un marco de certificación innovador llamado QU.A.L.ITY. Este sistema, que lleva activo oficialmente desde 2024 como herramienta disponible para proyectos en los Estados miembro, está diseñado para garantizar que las actividades de eliminación de carbono (CDR) sean medibles, adicionales, sostenibles y duraderas. Aunque se aplica a diversas iniciativas, el cultivo de algas marinas se perfila como una de las soluciones más prometedoras para aprovechar esta herramienta.

Las algas absorben dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera mediante fotosíntesis y lo almacenan en sus tejidos y en los sedimentos marinos. Esta ventaja puede ser utilizada por las empresas y proyectos para adoptar el marco QU.A.L.ITY, el cual, establece estándares claros para medir el impacto climático, promover actividades adicionales y asegurar la sostenibilidad de las iniciativas de eliminación de carbono.

Las algas, además, ofrecen otros beneficios clave en la mejora de la calidad del agua al absorber nutrientes en exceso, reduciendo riesgos de eutrofización, proporcionan hábitat para peces y crustáceos y sirven como materia prima para biocombustibles, bioplásticos y piensos.

Una empresa o proyecto de algas que quiera certificar su actividad bajo el estándar QU.A.L.ITY podrá vender créditos de carbono en mercados voluntarios. Esto generará una fuente de ingresos adicionales que contribuirá a hacer económicamente viable el cultivo de algas, incluso en regiones con altos costes de producción.

El marco exige la monitorización de emisiones generadas por la infraestructura y las operaciones en la granja, lo que impulsa a las empresas a adoptar tecnologías más limpias, como el uso de materiales reciclados para las boyas y cuerdas, o combustibles renovables para los barcos.

La certificación también mejora la imagen de la empresa al demostrar su compromiso con el medio ambiente, lo que no solo atrae inversores, también mejora la reputación entre los consumidores y comunidades locales.

Sin embargo, y a pesar de su potencial, existen desafíos importantes para su implantación. Por ejemplo, la falta de metodologías estandarizadas para medir el carbono almacenado en el medio marino. El coste inicial para establecer una granja y cumplir con los estándares de monitorización también es alto. Esto se sobrelleva a través de subsidios y programas de investigación.

Del lado de las oportunidades, las empresas que adopten QU.A.L.ITY no solo contribuirán a los objetivos climáticos globales, sino que también posicionarán a Europa como un referente en innovación sostenible.

Hasta la fecha de este artículo, no hay ningún ejemplo real de proyectos que hayan obtenido la certificación bajo el marco QU.A.L.ITY de la Unión Europea. Actualmente, la Comisión Europea, con la asistencia de un grupo de expertos, está desarrollando metodologías de certificación adaptadas a distintos tipos de actividades de absorción de carbono.

Este proceso es fundamental para garantizar que las actividades certificadas cumplan con los estándares de calidad establecidos.

Desde la Comisión esperan que una vez finalizadas estas metodologías y establecido el registro electrónico común y transparente a escala de la UE, las empresas y proyectos interesados puedan solicitar la certificación QU.A.L.ITY.

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