Ulva y Gracilaria abren el camino hacia una acuicultura RAS más sostenible

Aquacria Piscicolas

Un innovador estudio llevado a cabo en Aquacria Piscícolas SA, una granja portuguesa de lenguado (Solea senegalensis) del Grupo Sea Eight, equipada con tecnología RAS y una capacidad de producción de 250 toneladas anuales, ha demostrado cómo la integración de macroalgas en el sistema de cultivo puede transformar profundamente la industria de la acuicultura.

Investigadores de la Universidad de Oporto y el CIIMAR demostraron que la integración de dos especies de macroalgas, Ulva sp. y Gracilaria sp., en un sistema de acuicultura en recirculación puede mejorar significativamente la sostenibilidad mientras genera biomasa valiosa para múltiples industrias.

El estudio, publicado en Journal of Applied Phycology, destaca que las algas, conocidas por su capacidad para absorber nutrientes, pueden actuar como biofiltros naturales, eliminando el exceso de nitrógeno y carbono de los sistemas acuícolas. De las dos especies estudiadas, Ulva sp. superó a Gracilaria sp. en la absorción de nutrientes, logrando una tasa de absorción de nitrógeno de 13,0 gramos por metro cuadrado a la semana, en comparación con los 9,0 gramos por metro cuadrado a la semana de Gracilaria sp.

“Las macroalgas ofrecen una solución sostenible para la biorremediación de nutrientes en sistemas de acuicultura multitrófica integrada (IMTA, por sus siglas en inglés)”, explicaron los autores. Al absorber los nutrientes procedentes de los efluentes de los peces, las algas ayudan a prevenir la eutrofización al mismo tiempo que contribuyen a unas prácticas acuícolas eficientes en el uso de recursos.

Además de su papel como biofiltros, la biomasa producida por estas macroalgas presenta un notable potencial biotecnológico. Por ejemplo, Gracilaria sp. contenía un 25,8 % de proteínas y era una rica fuente de ficobiliproteínas, compuestos valiosos para aplicaciones en las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica.

Por otro lado, Ulva sp. contenía altos niveles de clorofila a (2,51 mg/g de peso seco) y carotenoides (0,58 mg/g de peso seco), lo que la hace adecuada para su uso como colorante natural o antioxidante en productos alimentarios y cosméticos.

Los investigadores señalaron que la biomasa de algas generada en sistemas RAS podría diversificar las fuentes de ingresos de las granjas acuícolas al tiempo que fomenta la sostenibilidad.

Los resultados se alinean con el cambio global hacia prácticas acuícolas sostenibles. Los sistemas RAS ya son reconocidos por su eficiencia en el uso del agua y el espacio, y la incorporación del cultivo de algas mejora aún más los beneficios medioambientales del sistema. “Al introducir macroalgas en sistemas RAS, podemos reducir el desperdicio de alimento, mejorar la calidad del agua y producir un cultivo secundario con valor económico”, concluyó el estudio.

Perspectivas de futuro

Ulva sp

El equipo de investigación enfatizó que optimizar las condiciones de cultivo, como la densidad de siembra y las tasas de flujo del sistema, podría mejorar aún más la productividad de la biomasa y ajustar la composición bioquímica de las algas para satisfacer las demandas específicas del mercado.

El estudio contó con el apoyo de la Fundación Portuguesa para la Ciencia y la Tecnología y el Proyecto Fondo Azul.

Referencia:

Duarte, A. M., Carvalhal, G., Assunção, J., Guedes, A. C., Sousa Pinto, I., & Costa, I. (2025). Cultivation of Ulva sp. and Gracilaria sp. associated with a recirculating aquaculture system. Journal of Applied Phycology. https://doi.org/10.1007/s10811-024-03424-6