
Roma 14/02/2020 – El comercio mundial de langostinos, junto con el de salmón Atlántico, es de los más importantes para los productos de la acuicultura, representando alrededor del 18 por ciento del comercio mundial de productos acuáticos a nivel mundial en términos de valor.
Las cifras apuntan a un crecimiento de la producción mundial de langostinos de acuicultura de 6 por ciento anual, uno de los más altos de las especies acuícolas; sin embargo, las cada vez mayores regulaciones de seguridad alimentaria y el nuevo concepto de modelo productivo y de sostenibilidad en el que los derechos humanos y condiciones del trabajo entran a formar parte, pueden modificar en el medio plazo esta tendencia.
Los principales productores se encuentran en Asia y Latinoamérica, particularmente Ecuador, donde se produce langostino tropical (Penaeus vannamei), país que recientemente a superado a Tailandia como quinto mayor productor del mundo con un volumen de cosechas estimado para 2019 de 550.000 TM. En general, se trata de una producción estable, impactada en algunas regiones de Asia, como India, Vietnam y Tailandia.
En Asia los sistemas son de baja tecnificación y control de los procesos, aunque paulatinamente los productores van adoptando mejores prácticas y sistemas más bioseguros, especialmente Tailandia.
El mayor esfuerzo de los países pasa por la bioseguridad y la reducción del uso de antibióticos, para ello, cada vez más los granjeros están recurriendo a dietas funcionales, mejora de la profilaxis, inmunoestimulantes, y enfoques ecosistémicos como el policultivo y la acuicultura integrada. A pesar de ello, el uso de antibióticos por parte de los granjeros asiáticos aun sigue siendo considerado alto.
Por otro lado, los granjeros están adoptando prácticas acuícolas que buscan aumentar la producción por hectárea, con tecnología que mejoren el rendimiento medio de 330 kg por hectárea a 1.200 kg por hectárea.