
Las macroalgas podrían funcionar como alimentos funcionales para mitigar problemas de salud relacionados con la inflamación crónica, como el síndrome metabólico y ciertos trastornos autoinmunes como han demostrado las científicas Jennifer Mildenberger y Céline Rebours de la Møreforsking AS, en Noruega.
El estudio se centró en los efectos de los extractos de macroalgas verdes Ulva fenestrata y marrones Saccharina latissima en la señalización inflamatoria de células similares a macrófagos humanos. Estas macroalgas fueron elegidas por ya haberse reconocido sus compuestos bioactivos, los cuales han sido parte de la dieta tradicional asiática y que han dado muestra de poder ser beneficiosos para la salud, especialmente contra enfermedades relacionadas con el estilo de vida y la edad, gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
El experimento consistió en tratar células similares a macrófagos en humanos con extractos de estas algas y, posteriormente inducir una respuesta inflamatoria usando lipopolisacáridos. Las investigadoras evaluaron los efectos sobre los factores de transcripción NF-kB e IRF, que son importantes en la regulación de la respuesta inmunitaria y la inflamación, así como la secreción de citoquinas y quimiocinas, que sirven para la comunicación y la regulación del sistema inmunitario, observando que estos extractos modulaban las respuestas inmunitarias.
Aunque se trata de un avance importante para comprender cómo estos extractos pueden actuar para la prevención de este tipo de enfermedades no transmisibles relacionadas con la inflamación crónica, las investigadoras subrayan la necesidad de realizar investigaciones adicionales in vivo para comprender cómo los hallazgos pueden traducirse en recomendaciones dietéticas o aplicaciones terapéuticas, especialmente en dietas occidentales donde prevalecen este tipo de enfermedades.