Los avances en las fórmulas de los peces marinos mediterráneos como la dorada o la lubina permiten albergar esperanzas de que pronto la dependencia a las harinas de pescado de origen extractivo se habrá reducido a la mínima expresión. Hasta que ese momento llegue, es el turno de hacer ciencia y probar formulaciones.
Tradicionalmente la harina de pescado se ha ido sustituyendo por proteínas vegetales, que lo mucho que han permitido es pasar de manos el problema de la sostenibilidad. Sin embargo, en los últimos años se han ido incorporando a las recetas nuevos ingredientes noveles alternativos más sostenibles que se rigen por los principios de economía circular y residuo cero en combinación con criterios más estrictos de sanidad y bienestar animal. Estamos hablando de las microalgas, las proteínas animales terrestres, los hidrolizados de subproductos del pescado, fermentos bacterianos y harinas de insectos, entre otros.
En un trabajo publicado en la revista científica Aquaculture, investigadores del proyecto GAIN (Green Aquaculture Intesification) han presentado evidencias de una novedosa dieta para dorada (Sparus aurata) libre de harina de pescado con crecimiento adecuado, sin que se vea afectada la susceptibilidad de los parásitos intestinales y patrones de expresión de los tejidos.
El estudio, realizado en las instalaciones del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS-CSIC), evaluó los efectos de la dieta experimental basada en ingredientes vegetales, subproductos de acuicultura, aceite de algas, harina de insectos y fermentación bacteriana como principal fuente de lípidos y proteínas. La dieta se completó con un aditivo comercial para piensos que promueve la salud, SANACORE®GM de Adisseo.
La nueva formulación fue capaz de apoyar el crecimiento óptimo y una condición saludable de los peces para enfrentar un ataque infeccioso del parásito intestinal Enteromyxum leei, que afecta a las doradas con la dolencia entérica “síndrome del cuchillo” que afecta la absorción de nutrientes. Además, el rendimiento del crecimiento antes y después del desafío del parásito en los peces fue superado de manera exitosa.
Dado que el propósito de este estudio, como señalan, fue evaluar la formulación completa y no los efectos de cada ingrediente por separado, no fue posible determinar qué cambios de los que se produjeron en los peces respecto de las dietas control se correlacionan con componentes específicos de la misma. No obstante, añaden, se observaron cambios en la microbiota intestinal, lo que induce a una mayor presencia de un gran número de bacterias que pueden estar potencialmente implicadas en el metabolismo de la glucosa y las grasas en el hígado, y la defensa antioxidante.
Por ejemplo, explican, por investigaciones anteriores se sabe que las fusobacterias aumentaron en la microbiota intestinal de la dorada cuando se alimentaron con harina de mosca soldado negra. Esto se atribuye a la quitina presente en esta materia prima que podría actuar como prebiótico, estimulando la colonización y crecimiento de ciertos tipos de bacterias con capacidad de digerirla como fuente de nutrientes.
Los investigadores consideran que, aunque quedan por determinarse los mecanismos exactos y la causa-efecto de estas interacciones, está claro que la microbiota intestinal y la expresión génica del huésped - no solo local, sino también sistémica - están interactuando y adaptándose de manera eficiente a esta novedosa formulación con ingredientes sostenibles alternativos.
Ensayo nutricional
La prueba nutricional con juveniles de dorada de 21 gramos adquiridos en el criadero de Piscimar, en Burriana. Durante el periodo experimental la temperatura del agua pasó de 18ºC en mayo a 24ºC en junio, y 28ºC en agosto.
Los análisis incluyeron el rendimiento del crecimiento, la expresión génica, la microbiota intestinal y la resistencia a enfermedades. Para ello se recolectaron muestras de cabeza, riñón, hígado e intestino posterior para el análisis de la expresión génica utilizando matrices de PCR personalizadas.
Para comprobar que la dieta no afectó al estado sanitario de los peces, se realizó un desafío contra un parásito intestinal común en dorada sin que se observara susceptibilidad.
Las dietas isoproteicas e isolípidas experimentales fueron elaboradas por la empresa portuguesa Sparos Lda, y consistió en piensos granulados extruidos de 2 y 3 milímetros. La proteína de la dieta control estaba compuesta de 10% de harina de aves, 20% de harina de coproductos de pescado, y 54,1% de proteína vegetal.
La proteína de la dieta experimental ‘libre de harina de pescado’ contenía un 3% de harina marina hidrolizada de subproductos acuícolas, un 10% de harina de insecto, 15% de harina de microbio generado por fermentación de Corynebacterium glutamicum y Methylococcus capsulatus, y un 38% de fuentes de proteínas vegetales.
La parte lipídica de la dieta control constaba de 4,9% de aceite de pescado y 7,9% de aceite vegetal. La dieta experimental contenía un 2,5% de aceite de pescado, 9,6% de aceite de salmón y 1% de acite de algas para garantizar un 2% de omega-3 EPA y DHA. Adicionalmente esta dieta se suplementó convenientemente con fosfato monocálcico, L-triptófano, DL-metionina y un factor de salud intestinal SANACORE®GM (0,5 %) de Adisseo.
El experimento se dividió en dos fases: una inicial de alimentación con la dieta control y experimental, y otra en la que los peces fueron desafiados con el parásito intestinal.
Referencia:
M.C. Piazzon, F. Naya-Català, G.V. Pereira, I. Estensoro, R. Del Pozo, J.A. Calduch-Giner, W.G. Nuez-Ortín, O. Palenzuela, A. Sitjà-Bobadilla, J. Dias, L.E.C. Conceição, J. Pérez-Sánchez. A novel fish meal-free diet formulation supports proper growth and does not impair intestinal parasite susceptibility in gilthead sea bream (Sparus aurata) with a reshape of gut microbiota and tissue-specific gene expression patterns. Aquaculture, Volume 558, 2022, 738362, ISSN 0044-8486