Una nueva familia de bacterias marinas perteneciente al filo Eremiobacterota, y que hasta ahora se creía que solo existían en entornos terrestres, han revelado una gran capacidad genética que podrían dar lugar a numerosas aplicaciones biotecnológicas.
Los detalles de la investigación liderada por un equipo de la Escuela Federal Politécnica de Zúrich (ETH Zürich) en colaboración con investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) se recogen en un estudio publicado en la revista Nature.
“Además de formar parte de un grupo bacteriano muy diverso desde el punto de vista biosintético, estas bacterias se encuentran distribuidas de forma ubicua y abundante por toda la columna de agua del océano”, detalla el profesor de la ETH Zürich, Shinichi Sunagawa, responsable del equipo que ha liderado el estudio.
En este sentido, Lucas Paoli, investigador de la ETH Zürich y primer autor del trabajo, apunta que “algunas especies de la familia podrían llegar a representar hasta el 6% de todas las bacterias presentes en zonas concretas del océano, lo que equivale a varios millones de células en cada litro de agua de mar”.
Todo ello se ha podido saber gracias al análisis de más de 1.000 muestras de agua recogidas durante la expedición Tara Oceans. En total, el equipo investigador ha identificado más de 7.000 familias de grupos de genes biosintéticos –la mayoría desconocidos hasta ahora- que podrían servir para la síntesis de compuestos bioquímicos y la mejora de algunos procesos biotecnológicos.